Emprendedurismo Pastoral

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CASA DE LA JUVENTUD-Pastoral Juvenil

Instituto de Formación Pastoral

Emprendedurismo Pastoral.
Por Jacinto Sención M.

Introducción.

El deseo y el compromiso de realizar una evangelización en reflexión continua desde los/as jóvenes y hacia los/as jóvenes con el mismo amor como Cristo ama a la iglesia, nos permite  vivenciar un trabajo pastoral que construye y promueve la Civilización del Amor. Desde sus inicios ha estado al frente con los jóvenes, en un trabajo misionero constante para dar a conocer al Cristo como modelo ejemplar para la juventud.  Las distintas comunidades parroquiales se han preocupado por tener y mantener los espacios para que el joven pueda participar plenamente de la presencia de Cristo, que se hace presente en la eucaristía, en los sacramentos y en la comunidad, pero también en los grupos juveniles. Es desde estos momentos y espacios de convivencias, de celebración, de evangelización, donde se ha necesitado la fuerza, el sacrificio y el trabajo para mantener viva la fe, con en entusiasmo  y el comprometido con los jóvenes.

La Arquidiócesis de Santo Domingo en su Tercer Plan Pastoral, apuesto espacial atención en los jóvenes por que entiende que ellos son parte importante para expandir el reino hacia las nuevas generaciones que necesitan conocer y vivir en Cristo como único camino de salvación y de vida eterna. Un Cristo que dé el verdadero sentido a la vida, donde el joven se sienta motivado a vivir plenamente desarrollando todas sus capacidades orientadas hacia el bien y en la búsqueda de la verdad. Para esto la Pastoral Juvenil se articula al trabajo pastoral de la iglesia desde los/as jóvenes y para los/as jóvenes como espacio de dialogo y de reflexión que promueve los valores del Reino como camino a la civilización del Amor. [1]

Dios se manifiesta permanentemente de forma diversa y renovadora. Se muestra que  es inagotable y que su amor transforma realidades, transforma corazones. En Jesús se muestra tal cual es, un Dios que cree en la persona, que posibilita otras maneras de reflexión, de dialogo, de convivencia, donde él sigue siendo el motivo de realización de muchos, que comprendiendo el sentido de su palabra, no vacilan en darlas a conocer y buscan la manera más inteligible de hacer presente la manifestación de ese Dios que nos invita a conocerle y convivir con él.

“Quien excluye a Dios de su horizonte falsifica el contexto de la realidad y solo puede caminar por caminos equivocados”.[2]

Una de las tantas tareas del cristiano es la de dar a conocer a Jesús, de promover el encuentro de ese Padre que siempre esta a la espera de que ese hijo permanezca con él o regrese a su lado. Hoy el joven cristiano tiene esta responsabilidad: dar a conocer a Cristo desde los jóvenes y hacia los jóvenes. Por eso que la Iglesia tiene su esperanza puesta en ellos, ya que entiende que el espíritu emprendedor de los jóvenes renueva esa fe que a todos nos hace restablecer la confianza y la relación con Dios.

A partir de la realidad que convive nuestra Iglesia hoy día, donde nuestros jóvenes esperan vivir algo diferente, que les faciliten encontrar el verdadero sentido a sus vidas más allá del puro materialismo, nos mueve a la reflexión de buscar algunas alternativas pastorales que respondas al sentido evangélico, de hacer de la palabra el alimento para el alma, entendiendo que los modelos hegemónicos existentes no satisfaces estas necesidades y que  la Iglesia puede crear y promover espacios que faciliten el encuentro con Dios para la realización del ser humano.


Una mirada al contexto.

Mirar la realidad social actual es sumergirse más allá de las fronteras, es ampliar la mirada hacia un contexto global que afecta a todos/as, es interesarse por el destino de la humanidad que se encuentra interconectada como una aldea planetaria. La lucha por la hegemonía del poder, el descontrol de un capitalismo salvaje y la contaminación ambiental, son unas de las tantas características que identificamos en la actualidad. Podemos decir que nuestro mundo esta enfermo y uno de los síntomas más relevante que podemos identificar es la ausencia moral en las relaciones humanas representadas en las instituciones.

La realidad que vive América Latina no esta aislado de lo que esta pasando en el reto del mundo, ella es parte de este entorno, muchas veces no ha sido tomada en cuenta en las tomas de decisiones que les afectan como países, como culturas, como personas, pero esta preocupada de lo que esta pasando y pueda pasar ante una crisis económica existente que perjudica en gran medida a los pueblos más empobrecidos. 

A partir de trabajo pastoral que realizamos como Iglesia en cada una de nuestras comunidades de incidencia, nos hace ser conciente de la realidad con la que los jóvenes conviven. En esta realidad la violencia en toda su manifestación esta tomando el control de la vida en cada uno de los espacios de la interrelación social representadas en cada una de las principales instituciones que dan vida a la sociedad. Vemos la violencia en las familias, en las escuelas, en las calles. Padecemos de violencia económica, sociocultural y una indiferencia institucionalizada, donde todos/as nos sentimos limitados/as para dar pasos significativos para el cambio a partir de la acción.

El tema de narcotráfico y  el consumo de drogas esta afectando a cada una de nuestras instituciones. Son muchas las familias destrozadas que de uno o de otra manera conviven con ellas.  A pesar de que cada año instituciones del estado y las ONGs que trabajamos en el tema de prevención, que invertimos humanos y materiales para combatir a los narcotraficantes, la prevención y la rehabilitación, la  verdad es que no vemos muchos cambios, ya que el narcotráfico parece que se nos estas yendo de las manos y lo peor de todo es que nuestros adolescentes y jóvenes son los que están pagando las consecuencias.[3]

Otras características de esta sociedad del siglo XXI,  es la indiferencia ante el compromiso social, la inversión de los valores que niegan la posibilidad del ser humano y una confusión  a la hora de vivir lo sagrado en esa búsqueda de sentido. Estamos ante un mudo de posibilidades, de oferta y demanda, pero que ninguna satisfacen las verdaderas necesidades de los jóvenes.  ¿Qué respuesta podemos dar ante una realidad que clama que le curen sus heridas? ¿Qué hacer ante personas indiferentes del dolor ajeno pero que necesitan ser cambiadas? ¿Cómo cambiar la esperanza de los jóvenes con realidades concreta?[4]

Una Pastoral Renovadora y Comprometida con la Espiritualidad de los Jóvenes.

La Pastoral Juvenil en su constante preocupación y celo apostólico para que los jóvenes vivan su ser religioso como camino esencial en la búsqueda de sentido, tiene que proponer como compromiso de que un solo joven no se quede sin conocer y vivir una espiritualidad centrada en la figura de Jesús de Nazaret. “Vayan y hagan discípulo a todos los pueblos”.[5] Es un mandato del mismo Dios que no quiere que ni uno solo de sus hijos se pierda. Todo el pueblo de Dios tiene esta tarea y la Pastoral Juvenil no esta ajeno a ella, su compromiso principal es que los jóvenes conozcan de Jesús.

A partir de la realidad que viven los jóvenes, que en su mayoría están en esa búsqueda para dar un mayor sentido a la vida, vemos la oportunidad de emprender nuevas maneras de llevar a la juventud  un mensaje transformador y liberador. Es el tiempo del “Kairos”, donde Cristo tiene que ser el sentido del existir de los jóvenes. He aquí donde la pastoral Juvenil tiene que estar a la vanguardia  para dar respuesta a las carencias y necesidades espirituales de los jóvenes. El trabajo pastoral tiene que estar bien enfocado a dar mayor satisfacción a ese ser religioso que el joven lleva dentro, que en su poco conocimiento de Jesucristo no sabe explotar las maravillas que es sentirse amado y querido por Dios.

“Gracias Seños por que ha estado grande con nosotros y estamos alegre”.[6] Que tan grade es nuestro Dios, como fuente inagotable para calmar la sed de todos/as. Esta es la clave para emprender un trabajo pastoral renovador que provea en los jóvenes verdaderos espacios de convivencias, que garanticen la participación y la celebración de ese Dios que se hizo hombre, que vivió como joven y que trajo al mundo una manera nueva de relacionarnos con el Padre.  La pastoral Juvenil ha de ser ese espacio donde se cultivan los valores, crear en el joven sensibilidad humana, ser tolerante, donde las potencialidades alcanzan el grado de posibilidad y que ellos mantengan vivo el espíritu emprendedor.

Una espiritualidad encarnada que transforma la realidad del joven.

La Iglesia además de anunciar la dignidad de la persona, sus derechos y deberes y de denunciar sus atropellos del hombre, tiene que ejercer una acción de servicio como parte integrante de su misión evangelizadora y misionera. Por esta razón, la Iglesia busca suplir en la medina de sus necesidades, las lagunas y ausencias de los poderes públicos y de las organizaciones sociales. Además, acoge y asiste a aquellos que son anónimos sociales a fin de restaurar su dignidad y su rostro humano”.[7]

La Pastoral Juvenil tiene que estar al tanto de las necesidades de los jóvenes y trabajar para que ellos puedan satisfacerla. Si se actúa ante estas exigencias con responsabilidad y diligencia, la Iglesia sigue dándole sentido al trabajo misionero como respuesta a la situación social que siempre la interpela a la acción.  La realidad de los jóvenes de nuestras comunidades necesitan ser impactadas no solamente en su vida espiritual, sino también en su situación social y económica garantizando mayores oportunidades para su inserción social accediendo a mejores condiciones de vida, con una formación,  trabajo digno y participar de los espacios recreativos y culturales.

Trabajar con los jóvenes es ir más allá de lo que nos pueda presentar la realidad, es conocer cada una de sus dimensiones y acompañarlos a realizarse como personas. Es trabajar su espiritualidad sin olvidarse de sus problemas sociales y económicos.  Para Iglesia los jóvenes es ese motivo de emprender algo nuevo, de sentirse con el compromiso de explorar  todas las posibilidades de vivir la experiencia del resucitado y de dar a conocer quien es Dios.

¿Cómo vemos el emprendedurismo desde la pastoral juvenil?[8]

Para una visión pastoral motivadora  y que pueda crear nuevas formas  de vivir y anunciar el evangelio a la manera de nuestros jóvenes de hoy,  tenemos que buscar las estrategias necesarias que respondan a esa busque de sentido que la sociedad esta demandando en la actualidad.

Se habladucho de innovación, de emprender, emprendedor o emprendedurismo, como parte importantes en las personas para lograr sus metas deseadas insertándose en el mundo económico, la productividad y satisfacción de necesidades. Es entrar en el mundo del mercado, de la oferta y la demanda, de la producción de bienes y la comulación riqueza, en fin es garantizar el bienestar de las personas. Sin embargo el emprendedurismo es algo más que todo eso, es asumir proyecto de vida  que implica un crecimiento como persona, construido a partir de  talentos, virtudes y sobre todo, estar impregnado de pasiones.[9]

La Iglesia no esta exento de ello y promueve mejores niveles de vida para las personas. Entiende que todos tenemos el derecho a cubrir nuestras necesidades básicas: alimentación, salud, techo y educación, pero también entiende que hay otras necesidades que no se pueden pasar por alto, ya que dan un mayor sentido en la vida del individuo y que sin ellas estaría incompleto para sentirse realizado. Vivir en una familia estable con valores, tener espacios de socialización, el sentirse amado y poder amar, celebrar la vida con los demás, hacer presente a Cristo en la persona, vivir los valores del evangelio, son otras maneras de realización donde Dios se hace presente y se nos da a conocer.
Sin embargo al hablar de emprendedurismo de una manera pastoral, nos referimos a la realización de los jóvenes en el trabajo pastoral de la Iglesia con iniciativas emprendedoras al servicio del evangelio. Esto implica, asumir un compromiso pastoral, que traducimos en, ver en el evangelio una oportunidad para crecer en las relaciones con Dios, con la Iglesia  consigo mismo, desde una visión de servicio que tiene su recompensa. A partir de este concepto, que queremos desplegar en esta iniciativa, con conocimientos claros de ideas innovadoras y emprendedoras que nos permitan hacer un trabajo diferente y motivador, donde los jóvenes se sientan impactados y vean en la figura de Jesús la respuesta en sus búsquedas de sentido.
En el mismo obtendremos herramientas prácticas y necesarias para el aprendizaje sobre la importancia de la formación teológica pastoral con iniciativas emprendedoras como camino hacia el desarrollo de capacidades al servicio del Reino. Desde la pastoral juvenil se puede empezar acpromover esta iniciativa garantizando la participación de nuevos líderes juveniles que promuevan el ecumenismo, un cristianismo de unidad  y el respecto por otras creencias.

¿Cómo trabajar el emprendedurismo pastoral?

No se puede trabajar el emprendedurismo pastoral si no se tiene claro el concepto de lo que significa e implica ser cristiano. El cristiano esta movido con una fuerza de voluntad que lo conduce hacer siempre el bien y hacerlo bien. Conciente de su realidad y el deseo de transformarla para bien suyo y de los demás. Es buscar en las dificultades la oportunidad de hacer presente a Cristo como propuesta de sentido ante el absurdo de la vida que hacen algunos. Por eso el sacrificio y el trabajo estarán de las manos en ese caminar permanente en la búsqueda del sentido evangélico para su fortaleza y el alivio de los demás. 

Trabajar el emprendedurismo pastoral hay que estar conciente de la realidad en que viven nuestros jóvenes de hoy, que va desde lo espiritual hasta lo social. Es estar insertado en el mundo tecnológico para su aprovechamiento como herramienta para la evangelización y como espacio de hacer presente a Cristo como camino de salvación.[10] Es buscar las mil maneras de presentar los valores del Reino, de hacer presente el amor infinito de Dios, que espera de los jóvenes den una respuesta a este amor. Es vivir la esperanza de que otro mundo sea posible y que se puede construir la civilización del amor. 

La importancia del liderazgo para el trabajo pastoral.[11]

Existen muchas definiciones de liderazgo, intentando así poder describir la capacidad en el ser humano de llevar las ideas o los ideales hacia un profundo existo compartido. El tipo liderazgo que queremos definir a partir de los ideales que compartimos en la Pastoral Juvenil, donde los valores cristianos son nuestras fortalezas, podemos decir, básicamente, que líder es aquel que tiene la capacidad de motivar a jóvenes, conduciéndolos a participar de los valores del Reino como principal camino para la búsqueda de sentido y donde ellos son los principales protagonistas para conseguir esa meta.

Este liderazgo tiene que estar acompañado de un emprendimiento permanente, donde los lideres juveniles organizan los esfuerzos del grupo y así lograr el desarrollo del mismo, integrando la realidad del entorno, hablamos así de un verdadero liderazgo juvenil.[12] Es común suponer que los lideres juveniles son personas que desde su infancia han manifestado capacidades poco comunes, y a las que su entorno ha favorecido de forma casi natural; pero nosotros consideramos al liderazgo como una interrelación enriquecida por una serie de destrezas adquiridas o aprendidas, por lo tanto, todos podemos aprender y desarrollar las destrezas necesarias para ser líderes si unimos el deseo a las acciones apropiadas.

Entendemos y propiciamos un liderazgo juvenil comunitario, comprometido con la realidad de los jóvenes en toda su dimensión. Este es el punto de partida para transformarnos en líderes, es desear mejorar la calidad formativa y organizativa de nuestra parroquia, de nuestra comunidad, visualizar como quisiéramos que cambiara una situación, nos planteamos una meta, una misión, que le de un propósito, un sentido y una dirección a nuestras fuerzas físicas, mentales y emocionales. Es hacer de trabajo pastoral un espacio compartido para la realización de todos/as en Jesús que nos conforta.

Liderazgo emprendedor.

Compartimos la idea de lo que seria un liderazgo emprendedor a partir de un trabajo pastoral incluyente, que garantice la participación de los jóvenes en cada una de las dediciones que afecten su vida.[13] El liderazgo emprendedor  es el conjunto de capacidades existentes en los grupos puesta al servicio del trabajo pastoral y que influyen en cada uno de los participantes, haciendo que ellos trabajen con entusiasmo, aunque la realidad sea diferente, en el logro de metas y objetivos, sin perder el horizonte de para quien se esta trabajando.

La experiencia que desde la pastoral Juvenil podemos compartir esta muy marcada por un trabajo que si no se hace en equipo, los resultados serian otros. La sociedad de hoy propicia el individualismo, el logro personal, la competitividad y sobre todo, la lucha por el poder. En un liderazgo emprendedor se toma muy en cuenta el sentido humanista de lo que somos y hacemos. El ser humano  es el principal interlocutor de los que hacemos, con cualidades tan importantes como las nuestras, pero que necesitan de una oportunidad para demostrar sus destrezas que pueden compartir con los demás. Por eso la necesidad  de estar a las expectativas cuando surgen algunos jóvenes que se muestran con cierto perfil que favorecen este liderazgo emprendedor, que ayudaran con nuevas iniciativas, serán gestores de nuevos proyectos y serán también los que renovaran el trabajo y al grupo.


Criterios para trabajar el emprendedurismo pastoral:[14]

Animarse emprender no es un reto fácil, esto requiere de mucho esfuerzo y dedicación. Comenzar con algo nuevo, con nuevas estrategias, en espacio diferentes y con personas sin motivación, es una buena oportunidad para comenzar a evangelizar a partir del  emprendedurismo pastoral. Toda acción nueva encaminada a la evangelización como camino al conocimiento de Dios, es un emprendedurismo pastoral. Por eso la necesidad de tener los conocimientos necesarios que nos permitan hacer el trabajo pastoral consentido y que impacte al joven en su búsqueda de sentido. Son muchas las condiciones que tenemos que tomar muy en cuenta para hablar de un emprendedurismo pastoral:

  1. Estar claro de lo que somos y lo que queremos ser. El joven cristiano no puede estar a espalda de su compromiso como cristino, más bien tiene que buscar el momento oportuno para reflexionar sobre su vida espiritual, con preguntas que afectan su vida: su relación con Dios, con la familia, como vive los sacramentos, como se relaciona en la iglesia, en la comunidad, que sentido tiene vivir el evangelio hoy día, si ve necesario hacer un cambio en su vida. Hacerse estas interrogantes es un paso que damos de madures, es preguntarse por el sentido de lo que somos, es mirarnos como somos y saber lo que queremos. Todo esto es parte de un emprendimiento pastoral.

  1.  Cociente de la realidad que viven los jóvenes de hoy. Vivimos una realidad muy complejo: inversión de valores, desinterés por lo sacramental, indiferencia ante el compromiso social y abandono del ser religioso. Ver esta realidad con ojos críticos es entrar en ella y desde ahí hacer el cambio, con ideas nuevas de vivir y hacer las cosas diferentes dándole un mayor sentido, es explotar al máximo una realidad que no se agota. Es emprender para dar un cambio en la vida de las personas, para ayudar a que otros jóvenes conozcan la figura de Jesús y lo hagan su modelo. Tenemos que estar claro cual es nuestra misión como jóvenes cristianos y cual es el sentido que hoy tenemos que dar a nuestra vida.

  1. Tener la esperanza de que las cosas pueden cambiar. No todo termina con hacer conciencia de lo que esta pasando en lo que afecta mi vida o lo que pasa en mi alrededor, es ver la posibilidad del cambio y en ese cambio mi participación directa como respuesta a una esperanza que implica un compromiso en la persona que se siente afecto por lo que esta viviendo, por lo que esta pasando en el mundo.

  1. Las ideas y los sueños se tienen que convertir en realidad. Nuestros grupos juveniles están repleto de jóvenes con buenas iniciativas, que pueden apórtanos mucho, pero muchas veces se siente estancados por que no se le da la oportunidad para hacerlo, o muchas veces tienen miedos a que sus ideas no sean tomadas en cuentas, o simplemente tienen miedo al fracaso. Es importante que los animadores o asesores estén pendientes de estos talentos que pueden brindar sus talentos al servicio del reino.

  1. Hoy es el día para empezar algo nuevo. Nuestros trabajos pastorales parecen que no se puede hacer de otra manera. Años vienes y años se van y la creatividad parecen que se van con ellos y vienes con ellos, ya que en gran medida terminamos haciendo lo mismo. ¿Que puede implicar esto en el trabajo pastoral que realizamos? Desencanto y aburrimientos de los jóvenes. Desaparición de los grupos por falta de jóvenes. Que nuestros jóvenes en el peor de los casos se nos retiren de la iglesia.

  1. ¡Si no empiezo yo quien lo hará! Muchas veces estamos en la espera para que el otro tire la primera piedra, o sea el primero que tome la iniciativa, sin embargo  es posible que con un primer comienzo, con una idea, con una propuesta, sea motivo para que otros se adhieran a formar parte de un proyecto que favorezca al trabajo pastoral que se realiza en la parroquia. Las ideas nuevas son esa chispa de juventud que se encuentra en la iglesia para darles vitalidad y permanencia.  

  1. En la práctica se aprenderá mucho más y será motivo para que otros puedan animarse. Las ideas después que se hacen realidad, ya es más fácil de lidiar con ellas. Todos nos parece más claro y tenemos la oportunidad de modificar, de agregar, de soñar despierto con la posibilidad de hacer posible nuestros sueños.

  1. Saber que no estamos solos ni trabajamos solos. La tarea de evangelización es un trabajo misionero que todo cristiano tenemos que realizar. Es una tarea de la Iglesia representada en cada uno de nosotros/as y acompañados/as por el Espíritu Santo que provee  los dones necesarios para hacer más dinámica la vivencia espiritual del cristiano. Cada uno/a a partir de sus conocimientos se pone al servicio de su iglesia. Por eso los jóvenes, quienes tienen ideas nuevas, brillantes y emprendedoras las dispones al fortalecimiento del trabajo pastoral de los grupos en las parroquias y en las comunidades de fe.

  1. Valorar y evaluar lo que hacemos y como lo hacemos. El sentirnos comprometidos con una tarea, con un proyecto, con las actividades pastorales, no hace más críticos de lo que hacemos. Es ver otras posibilidades de hacer diferentes las cosas sin perder ese sentido evangélico en la que todos/as estamos llamados/as a vivir. Ya el querer hacer las cosas y hacerla bien es un valor, como también reconocer cuando nos equivocamos  cuando lo hacemos mal. La reflexión de lo que se hace  siempre es buena y mejor todavía cuando lo que hacemos es parte de un ideal que todos/as compartimos, que es el ideal de Dios.

  1. Vivir y celebrar el trabajo pastoral. La eucaristía es el mejor ejemplo que podemos tener los cristianos para vivir y celebrar lo que somos y hacemos. La vida del cristiano tiene que ser una pascua permanente, es tener la confianza puesta siempre en Dios, que se hace presente en el trabajo pastoral y misionero de la Iglesia. Celebrar a Cristo es celebrar la vida, es dar el sentido de cuanto hacemos, es compartir las alegrías y las penas, es buscar el lado positivo de lo que se nos presenta cada día, es hacer presente a Dios en nuestras vidas. El joven cristianos tiene que estar en constante emprendimiento con la fe, renovando a cada instante esa posibilidad de ser cristiano, de sentirse amado por Jesucristo, de celebrar en la Iglesia los dones recibidos por el Espíritu Santo.

Manos a la obrar que los jóvenes nos esperan.

Estar conciente de la realidad que están viviendo nuestros jóvenes nos tiene que llevar a dar un paso más allá  del puro conocimiento de saber como están, como se siente, que quieren y que esperan de nosotros, es buscar respuestas y soluciones a sus problemas, es ser parte en la realización de sus metas sin cumplir, es hacerlo paste importantes y principales protagonistas en la decisiones que afectan sus vivas.

La Pastoral Juvenil tiene muchos rectos por delante que cumplir ante un panorama incierto para los jóvenes y los adolescentes, que son los más vulnerables ante los principales problemas sociales que padece la sociedad de hoy. Son muchos los retos, pero también son oportunidades para empezar algo muevo que nos de un mayor sentido de los que hacemos como trabajo pastoral, donde la Iglesia va haciendo su obra al servicio de los más débiles, sin que las dificultades apaguen el espíritu misionero de cuanto se sienten comprometido con el reino.[15] 

Hoy es el momento y no mañana  para emprender una nueva mirada sobre el mundo que nos interpela, es la ocasión  de caminar descalzo para sentir la firme dureza de una realidad que necesita ser cambiada, es poner la esperanza en ideas vivan que gritan en auxilio del pobre, del frágil,  y sobre todo de los jóvenes que ven realizados sus sueños en el compromiso asumidos para un mejor presente y un mejor futuro.

¿Cómo podemos trabajar el emprendedurismo pastoral a partir de la realidad de los jóvenes?[16]

Cuenta la historia que en una ocasión un joven decidió no asistir más a misa ni participar de los grupos de la pastoral juvenil. Desencantado y aburrido por que en su iglesia y el grupo al que él asistía no salía de la misma rutina que semana tras semana se iba repitiendo sin dejar espacio a que la comunidad pudiera vivir algo diferente. Pensó que era mejor  dedicar ese tiempo a la lectura o compartirlo con sus amigos.

La iglesia tenía 40 años con el mismo sacerdote, todavía conservada  la decoración  de su construcción original, los bancos nunca fueron cambiados de su lugar y los lectores y los miembros del coro eran los mismos de cuando crearon la parroquia. Los libros de cantos estaban ilegibles por el uso diario de los feligreses, todos se sabían las canciones, llevaban años recitándolas sin cambiar un solo estribillo.  Las campanas sonaban a las mismas horas antes de empezar los oficios de la mañana y de la tarde. Varios años más tarde el sacerdote cayó enfermos y murió a los 70 años.

La iglesia duro mucho tiempo sin sustituto y la feligresía  se fue alejando del templo y solo se limitaron a vivir su espiritualidad de manera personal en el rezo del rosario y en ocasiones se congregaba la comunidad para la fiesta de la patrona y los días de Semana Santa para recordar la pasión y muerte del Señor. La iglesia que convirtió en un museo, un monumento histórico visitada por turistas, hasta que un día fue destina un joven que años atrás la había abandonado, ya que en ella no encontraba el sentido en el espacio de grupo juvenil ni a la celebración de la eucaristía. Pero esta vez regreso siendo ya sacerdote a realizar un sueño que se había hecho su madre entes de morir.

Ella había soñado que en la iglesia a la que pertenecía se congregaban muchas gentes de todas las edades, ancianos/as, jóvenes y niños/as. En la parte interior estaba reluciente con imágenes que expresaban emoción.  La iglesia estaba repleta y todos/as entonaban y cantaban emocionados/as. Sobre el altar mayor rodeado con muchas flores esta postrado sobre el mantel blanco el cáliz, el vino, también la Biblia y varios cirios encendidos. Todo el pasillo central estaba repleto de ofrendas que las gentes iban trayendo. También se veía a un joven postrado en el piso vestido de blanco y a su alrededor varios hombres y mujeres   que tendían sus manos sobre él, luego se paro y todos/as  les dieron un abrazo y le hicieron entrega de la Biblia, que beso, la abrazo y alzándolo sobre sus hombros, miro hacia arriba dan gracias a Dios por que lo había elegido para realizar una misión.

Termina la historia señalando que aquel joven que una vez se había apartado  de la iglesia por que en ella no llenaba sus expectativas, hoy la había convertido en un lugar de predicación, de evangelización y sobre todo había devuelto a las gerentes el espacio para el encuentro con Dios, la fe de la comunidad en un Dios vivo que se hace presente entre ellos, celebrando juntos la fe encarnada vivenciar y trasformadora.

Partiendo de este relato podemos ver cuantas historias se podrían contar de cómo le mensaje de Dios se transforma en grandes maravillas que hoy la Iglesia se regocija por la influencia que ha dejado al mundo cristiano. Hacer una mirada al pasado, nos permitirá conocer la vida de algunos Santos que fueron emprendedores en su momento y que nos pueden inspirar y ayudar a buscar el sentido del trabajo pastoral que busca llevar buena nueva  ente un mundo que demanda de nuevas señales donde el evangelio sigue tan lleno de vida como en otros tiempos. Si, un evangelio que emana sabiduría para engrandecer la causa del por que Cristo vino al mundo y que su presencia cambio la suerte de mucho que vieron en él su salvación.

Presentamos algunos momentos históricos que para la Iglesia fue un renacer de ese espíritu pastoral y misionero, donde cuatro personajes sembraron las semillas del emprendimiento en unas sociedades caracterizadas por conflictos eclesiales, de fe, de marginalidad social, de pobreza, pero que cada uno de ellos supo dar respuesta a partir de un trabajo pastoral desarrollado en pequeñas iniciativas que a sus pasos en el tiempo se convirtieron en grades obras que hasta hoy siguen dando sus mejores frutos al servicio del Reino de Dios.

Santo Domingo de Guzmán (1170-1221)

Nacido en Caleruela Provincia de Burgos Reino de Castilla, será uno de los grades promotores de la evangelización del comienzo del siglo XIII. Siendo muy joven se interesa por los estudios que las circunstancias los favorecen para lograr tal propósito.  Cuenta con una familia que lo apoya en todo momento para hacer de él un hombre de bien, será para el futuro fraile una oportunidad de emprender en la vida. Ya a temprana edad se da cuenta de la desigualdad social en la que viven las gentes y el vender sus libros para dar el dinero a los pobres demuestra su sensibilidad que ira desarrollando a profundidad en la medina que va madurando su vocación misionera al servicio del evangelio.

Formado en las sagradas escrituras y otros conocimientos para el ejercicio del ministerio sacerdotal, comienza a sentir el celo apostólico, que quedara evidenciado por el sur de Francia en un viaje diplomático por el cargo del Rey Alfonso de Castila, que para los propósitos fue un fracaso, sin embargo seria  para el clérigo, el comienzo de un trabajo pastoral que no descasaría hasta su muerte. Si, vivió una experiencia que lo llevo a tener compasión por aquellos que no conocían la verdad del evangelio. Encontrarse con personas que profesaban otras creencias distintas del cristianismo, llego a la convicción de que en la Iglesia no se estaba haciendo el trabajo pastoral y misionero.

Ya convencido del trabajo pastoral que quiere hacer suyo carisma, comenzó a formar el movimiento de predicadores para dar a conocer a Cristo en unas comunidades donde la Iglesia estaba ausente por las comodidades y la perdición.  Domingo vio la necesidad de emprender un nuevo tipo de evangelización, como respuesta a las necesidades de su tiempo, que otras ordenes en la Iglesia no lo estaban haciendo. Esto supuso para él diseñar una propuesta diferente que influyera en un problema fundamental en la vida de la persona, como lo es,  la búsqueda de sentido el lo religioso.

Domingo de Guzmán se da cuanta de lo que implica esta empresa y no vacilará en dar pasos importantes que garantizaran el existo de tal propósito.  Entiende que el proyecto no se pueda llevar solo y para esto hace participes a otras personas que no vacilaran en apostar para que las ideas se materialicen. Entendía que la formación era importante para llevar con existo la misión, y desde entonces cada uno de sus miembros tubo que realizar los estudios pertinentes  para la ocasión. Muchos jóvenes se sumaron a la propuesta y al poco tiempo de fundado el movimiento de la Orden de Predicadores, con taba con casas y conventos tanto de hombres como de mujeres que hasta hoy no han dejados de abrazar el evangelio como único instrumento para decir la verdad.

San Felipe Neri (1515-1595)

Nacido en Florencia Italia a comienzo del siglo XVI, época en que la Iglesia estaba sumergida en múltiples contradicciones en la vivencia de los sacramentos y en la lucha de poder, siendo el testimonio el gran ausente entre los cristianos. La vida del pueblo Romano dejaba mucho que desear, todos reconocían lo que estaba pasando pero muy poco se hacia para remediarlo. La tarea de Felipe habría de consistir en reevangelizar la ciudad de Roma y para esto se dedico en cuerpo y alma hasta lograr tales fines.

Toda empresa en su primeros inicios tiene sus dificultades para emprender con existo. Lo mismo vivió el joven Felipe, que aun siendo laico, comenzó  solo a realizar pequeñas tareas pastorales pero de gran significado para una sociedad carente te testimonios que orientaran el camino a seguir. Su primera tarea consistió en dirigirse a las gentes en las plazas y en los mercados, visitas a los hospitales y motivo a otros a que les acompañaran. Esto genero interés en las personas que veían en él un ejemplo a imitar.

El abandono a los servicios religiosos por parte del clero, motivo de que muchos feligreses no participaran de los sacramentos ni de la oración,  lo que para Felipe Neri, sería motivo de preocupación. Una segunda tarea fue organizar grupos de personas, entre feligreses, sacerdotes y religiosos, para hacer procesiones y visitas a las iglesias de la ciudad. El grupo fue tomando estructura, ya se hacían oraciones en común, lectura y comentario de evangelio, se leía  la  vida de los santos y la historia de la Iglesia.

Los resultados de esta experiencia no se hicieron esperar, se dio el paso para fundar la Hermanad del Pequeño Oratorio para la instrucción espiritual de las gentes y más tarde, la Confraternidad de la Santísima Trinidad, conocida como cofradía de los pobres,  para dar un servicio a los peregrinos y a los enfermos. Ya ordenado sacerdote a petición de la misma Iglesia, Felipe Neri y los miembros de la nueva empresa se reunían para celebrar la eucaristía, hacían oraciones y ejercicio espirituales. La comunidad cristiana no era la misma, estaba convencida y había reconocido en el mensaje del evangelio una luz para salir de la oscuridad: habían conocido el verdadero rostro de Jesús.

San Juan Bosco (1815-1888)

Hablar de Don Bosco es hablar de juventud. Nace al principio del siglo XIX en Turín Italia, en un contexto de profundas transformaciones en toda Europa con la revolución industrial, de las artes y otros inventos, que marcaría una nueva era en la historia de la humanidad. Italia es parte de este proceso, ya que empieza a dar sus primeros pasos y se ponen de acuerdos entre los estados para formar una sola unidad política, mientras que muchas colonias conquistadas por países europeos, empiezan a independizarse creados otras republicas que serán mas adelante tierras de misión para seguir realizando el trabajo pastoral a favor de la juventud.

La realidad con la que convivió Don Bosco  desde su niñez hasta su infancia, sería la que lo marcaría en el trabajo misionero a favor de los jóvenes más desposeídos. Nacido en un campo y  con recursos limitados, comienza un camino de dificultades que ira superando en la medida que se va formando y haciendo conciencia de su vocación. Huérfano de padre a temprana edad, teniendo que trabajar y con grandes apuros para estudiar, no fueron barreras para lograr los propósitos.  Ya un jovencito empieza a postran un espíritu de liderazgo entre los demás jóvenes. La vida para él era un aprendizaje continuo, llego aprender: pastelería, ferretería, sastrería, zapatería y otros oficios que luego le serviría para enseñárselo a sus muchachos.

Ya siendo sacerdote diocesano empieza a interesarse por las condiciones de vida en la que viven los jóvenes, marcado por la pobreza, el abandono y la explotación laboral, estamos hablando que esto era parte de las miserias y las desigualdad sociales que iba dejando las escuelas de la industrialización. Impresionado por la cruda realidad, comienza a realizar su trabajo pastoral atendiendo estas necesidades. Sus lugares e trabajos eran las calles y las cárceles, procurando que los jóvenes fueran atendidos. Por eso no vacilará en crear espacios para la formación, alimentación y donde dormir.

Muy pronto la obra iniciada por el sacerdote se empieza a dar sentido en la vida de muchos jóvenes, cambiando condiciones de orfandad, de miseria, y explanación laboral,  a convertirlos en personas para en bien. La obra seguiría en aumento según crecían las demandas. Se fueron creados escuelas laborales donde los jóvenes aprehendían uno que otro oficio, se les daba una educación integral que luego pararían a insertarse a la sociedad con mayor reconocimiento de dignidad. El trabajo lo fue consumiendo poco apoco, pero a su vez, dejando el sueño realizado y las huellas de Dios inclaustrada en la vida de cada joven que a su encuentro venían. 

Pedro Poveda (1874-1936)

Oriundo de Linares de la Provincia de Jen España, en un contextos de grades cambios, pero también de muchas dificultades que en el futuro el sacerdote enfrentará en su memento como parte de su apostolado. Desde muy niño sintió la atracción por la vida sacerdotal. Ya siendo un joven entra al seminario donde hace sus estudios para tales fines, demostrando disciplina y capacidad intelectual. Con el interés de realizar un trabajo pastoral, comienzo hacer contacto con una realidad muy diferente a la que vive en el seminario. La labor que realiza el padre  Manjón en las cuevas del Sacromonte en Granada, ayudara a que joven se interese por la situación social de las gentes.

Se ordena sacerdote y en seguida da continuidad al trabajo misionero en medio de la realidad paupérrima de las personas que intentará cambiar.  Su labor constante de servicio y entrega empieza a despertar la sensibilidad y el en interés de los más ricos de la ciudad por la situación de indigencia en que viven los barrios marginales. Poveda entiende que una forma de acabar con la miseria es trabajando la educación. Por eso una de la primera obra de impacto fue la de construir escuelas para los niños/as pobres, que respondan a las necesidades de su propio contexto.

Esto fue el inicio para una revolución que en poco tiempo la propuesta del padre Poveda realizaría.  Convencido de la importancia de la educación, comienza un proyecto para formar profesores cristianos/as laicos/as para evangelizar y publica algunos artículos sobre la problemática educativa y la formación del profesorado. Más adelante abre una academia pedagógica para que los maestros se formaran. Otra preocupación del sacerdote era el papel que debía jugar la mujer en la sociedad, por eso funda una academia femenina para estudiantes de magisterio.

Un paso interesante que marcaría el rumbo del proyecto de Pedro Poveda, fue la creación de la Institución de las Teresianas, que se dedicaría de forma permanente en el acompañamiento socioeducativo de los maestros y maestras de los centros educativos. Las mujeres jugaran un papel protagónico para el cambio sociocultural de la época.  La formación educativa abrió horizontes, rompió barreras e una sociedad a la mujer no se tomaba en cuenta en la tomas de decisiones.

La fuerza de voluntad, para hacerlo posible y hacerlo bien.

Ya casi terminamos dos siglos en que “la palabra se hizo carne y habito entre nosotros”, y desde entonces no ha dejado de pronunciarse de una y de otra manera para comunicarnos que tan grade es el amor de Dios. Pero tan grades fueron esos hombres y mujeres que a través de los tiempos han hecho del evangelio una oportunidad predicar el mensaje de Jesús.  Y en los momentos de crisis de la Iglesia ha sabido emprender con nuevos carismas para fortalecer la fe de los cristianos. Entre estas personas solo mencionamos algunos en diferentes momentos, pero desde os inicio de la Iglesia vemos como padres de la Iglesia (Clemente, Ignacio de Antioquia, san Agustín, etc.,), los de la vida monástica (san Antonio, san Benito…), de la vida mitigante (Santo Domingo de Guzmán y San Francisco Así), como otros santos posteriores: como san Ignacio de Loyola, San Felipe Nari, Juan Bosco, Pedro Poveda), entre otros, pudieron hacer del Evangelio su gran oportunidad para amar a Dios sin limites en medio de las gentes.

¿De que se valieron estas personas para mantener una fe tan viva en  la Iglesia? ¿Cuáles fueron sus fortalezas para darle un dinamismo nuevo al Evangelio? Creo que una de las mayores virtudes que podemos destacar, fue haber tenido la fuerza de voluntad que permitió en ellos desarrollar grades  ingenios que evoluciono la vida de la Iglesia y de los creyentes. Su caninaza en Dios, el compromiso con el Evangelio puso a prueba los dones recibido del Espíritu Santo que ellos supieron aprovechar par emprender en la Iglesia y dar  respuestas a las necesidades que las gentes padecía en ese momento.  

La Pastoral Juvenil tiene siempre nuevos retos para trabajar con los jóvenes y esto se debe a la naturaleza misma del campo de trabajo se mantiene en constantes cambios y demanda nuevas formas de abordar las demandas. La realidad del joven amerita estar en constante reflexión que nos permita brindarle nuevas oportunidades de lo diferentes, de Jesús que se renueva una y otro vez garantizándonos una vida plena que se va construyendo, renovando y fortaleciendo con el tiempo.  

Movido por la Fe.

Si miramos la Fe como la apertura del hombre hacia Dios, tendremos una clara respuesta de lo que movía y nueve todavía a muchos/as cristianos/as a realizar un trabajo pastoral y misionero arraigados  sobre los criterios del  Evangelio con compromiso social. Es una fe creída y vivenciada  ante una comunidad necesitada de modelo a seguir. La fe nueve los corazones, la fe nueve a la acción y sobretodo creer que en lo que se hace es parte de un testimonio que exige una entrega.  

La vida de los grandes hombres y mujeres de la Iglesia están marcadas por el misterio de Dios que busca revelarse constantemente en realidades concretas para los intereses de su reino. El cristiano/a obedece a un llamado de Dios que despierta compromiso, es una fe que va más allá de lo conocible, pero que transforma la vida de las personas, las realidades como posibilidad de conocer más a Dios y   de mantener una fidelidad a él.

Hoy la Iglesia estas cada vez más conciente de que el trabajo pastoral que realiza esta motivado en la fe que profesa en Jesucristo. Esta fe necesita de terrenos fértiles que produzcan vedas, que transforme corazones,  que provoque cambios y que vitalice la acción evangelizadora en la realidad social del momento. Para esto se necesita la voluntad para hacerlo posible, la preparación para hacerlo bien y  pero también la fe y la confianza de saber que no se estas solo, sino que Dios acompañara siempre  la obra hasta el final.

Sacrificio y trabajo para lograr los propósitos.

Hay que estar conciente que el trabajo pastoral no es tan fácil como pretendemos describirlo. Es un trabajo de constante reflexión, con dedicación y mucho sacrificio. Es estar permanentemente pensando en lo que se esta haciendo y lo que se podría hacer para mejorar la practica cada día,  pero con la esperanza de que el trabajo tenga que lograr los frutos y la satisfacción de haberlo realizado. Tanto el sacrificio que se pueda hacer y los propósitos que podemos alcanzar, están ligados  a las destrezas que nos permiten emprender en nuestro trabajo pastoral.

No podemos hablar del emprendedurismo pastoral fuera de estas dos condiciones: trabajo y sacrificio. La Pastoral Juvenil esta conciente de lo que implica hacer un trabajo que pueda impactar y responder a las necesidades de los jóvenes. La experiencia nos dice que el trabajo con los jóvenes se torna cada vez más difícil y el sacrificio es mucho mayor. Pero lo bueno de todo esto, es que éste trabajo es tan emocionante y motivador, ya que las características de los jóvenes hacen que el trabajo se viva así.  Solo pensar que los jóvenes son el motor para el cambio, que convide con la diferencia de lo existente y mantiene viva la fe e la Iglesia, es mucho motivo para trabajar con ellos y desde ellos para lograr los propósitos.

Madurez en lo que hacemos para un buen trabajo pastoral.

Cuantas veces decimos o escuchamos en el ardor popular que la experiencia no se improvisa, queriéndonos decir, que el trabajo constante y con dedicación nos tiene que llevar a buenos resultados y en el mejor de los casas, tener la autoridad por lo que hacemos. Cuando hacemos esta relación con el trabajo que la Pastoral Juvenil realiza,  vemos el esfuerzo que por años se he estado realizando en beneficio de tantos jóvenes que hoy puede dar testimonio de lo que ha sido para ellos vivir la experiencia de pertenecer y ser parte importante del proceso de formativo, ser parte de los cambios que se han dado impulsados por ellos  y todo ese testimonio a partir de las vivencias y lo que ha significado tener a Jesús presentes en sus vidas.

Hoy la Pastoral Juvenil no puede estar exento de todo esto, más bien tiene que seguir comprometida y motiva a ser luz permanente de tantos jóvenes que en nuestras comunidades necesitan  de espacios de convivencias, donde se muestre el verdadero rostros de Jesús. El joven esta ansioso, siente la necesidad de hacer ese encuentro de con Jesús, que se hacer joven con el joven y desde ahí hace de la vida un sentido de lucha, de trabajo, el esfuerzo para hacerlo posible y diferente.

Refundar y emprender el trabajo pastoral.[17]

La Iglesia en su accionar misionero ha testimoniado a Cristo, que se identifica con realidades concretas que necesitan ser cambiadas. Hombre y mujeres  han sido testimonio vivientes que dieron respuestas concretas a situaciones que parecían no tener sentido en un mundo de desesperación y de abandono. ¿Qué movía a estas gentes a lanzarse a un proyecto nuevo y que con tanto existo se realizaría? ¿Qué de común podaríamos encontrar en cada un de ellos que nos dieran la clave para comprender tantas riquezas como propuesta a imitar? ¿Realmente fueron hombres y mujeres mortales que realizaron tan bastas misiones?

“Cada cosa se define a partir de lo que es y puede ser, tiene su razón de ser en la medida que actúa desde su naturaleza, haciendo posible la misión como garantía de que el compromiso asumido, es fruto de un testimonio de fe ante un llamado que necesita de respuesta”. Reconocerse y sentirse identificado con la propuesta de salvifica de Dios nos da una razón de ser definida a partir de lo que hacemos, sentimos y vivimos, es asumir la vida como instrumento de transformación ante una realidad que necesita ser cambiada para algo mejor, apostando por la dignidad del ser humano para reconciliarlo con Dios. Muchos cristianos los entendieron así, y su legado ha transcendido el tiempo, la historia y fronteras.

Sí, eran hombres y mujeres de carne y hueso como nosotros/as, eran cristianos/as de a pies que asumieron un estilo de vida que lo comprometía cada vez más con una realidad social que demandaba una atención especial de tantas gentes que necesitaban de verdaderos testimonios de ese amor de Dios que se hacia presente en cada una de las obrar realizadas. La clave ante tanta entrega, dedicación y trabajo ha sido ese amor a Dios. Un amor que se transforma en realidades, en conocimiento, que ve más allá de lo posible, de lo inimaginable. Es abandonarse  a la causa ajena que se asume como propia hasta lograr transformarse para el bienestar de los más necesitados. Cada de uno de estas personas vivieron una espiritualidad encarnada, comprometida con la causa del evangelio: “Dichosos los que con un corazón noble y generoso guardan la palabra de Dios y dan fruto perseverando”.(Lc. 8)

Medios y estrategias para el emprendedurismo pastoral.

Hoy día los medios de comunicación son unas herramientas necesarias para poder llevar el mensaje a los jóvenes y al resto del mundo de forma rápida y diversificada. Llegar a los diferentes medios de comunicación en llegar a los jóvenes. El mundo esta conectado en redes, en espacios cibernéticos, pero los jóvenes son los más abanderados y su comunicación depende de estos espacios. Igual la Iglesia desde la Pastoral Juvenil tiene que poner espacial atención a las nuevas tecnologías que se va introduciendo en la vida de las gentes y debe aprovecharla como medio de evangelización en  medio de una sociedad que necesita revitalizarla en el anuncio de Jesucristo como único camino de salvación. 

Los medios de comunicación debemos de verlo como una oportunidad que nos permiten llegar a los jóvenes con el mensaje, pero si no tenemos nuevas estrategias que respondan y llenen las expectativas de cuanto no ven en la Iglesia verdaderos testimonios del mensaje cristiano que justifique a Cristo como modelo de vida para cuanto se tientan llamado vivir el Evangelio con autenticidad.

Las estrategias para el trabajo pastoral tienen que ir de la mano con los nuevos tiempos. Es buscar todas las posibilidades de hacer creíble la promesa salvadora de Dios. Este es el momento para empezar, es la oportunidad para hacer algo diferente, es la hora de emprender con el joven en el anuncio de la palabra, que se cree y se vive, que motiva a otros/as a conocerla. El emprendedurismo pastoral  estas acompañado de una noticia que se renueva permanentemente en el tiempo, en los pueblos, en las culturas, a cada minutos, sin que Dios dejara de ser el mismo que anunciaron los profetas y que con Jesús se hace presente el amor de Dios que se entrega sin limite para la salvación del mundo entero.

Como Pastoral Juvenil preocupada por la espiritualidad de los/as joven se tiene que hacer algunas preguntas: ¿Que papel esta jugando los medios de comunicación como espacio de promoción hunaza? ¿Qué valores se promueven en los medios de comunicación? ¿Esta la Iglesia utilizando los medios de comunicación como espacio de evangelización o estas al margen de los mismos? ¿Esta la Pastoral Juvenil preparando para el uso de las redes sociales como espacio de dialogo y de reflexión para promover los valores  cristianos, morales, fomentado una cultura de paz para la civilización del amor?

La pastoral Juvenil estás y debe estar presente en los medios de comunicación. La Iglesia no esta ajena de los adelantos, de la tecnología y lo utiliza como comino para llevar el mensaje cristiano al mundo entero.[18]  Una pastoral emprendedora esta encaminada a la transformación del joven tomando en cuenta su contesto y los medios que usan. Estamos en la era de la tecnología, lenguaje que todo agente de pastoral juvenil debe manejar como interlocutor entre los jóvenes que necesitan conocer de Dios.[19]

Rol de los agentes de Pastoral Juvenil para un emprendedurismo pastoral.

Para trabajar el emprendedurismo pastoral se tiene que tomar muy en cuenta la preparación de nuestros  agentes de pastoral juvenil. Tenemos que hacer conciencia de lo que ha significado para la iglesia Latinoamérica pasar de un modelo pedagógico tradicional y conservador, a trabajar la evangelización tomando en cuenta los pueblos y sus culturas.[20] En esta medida tenemos un gran reto por delante, y lo vemos en las debilidades formativas que carecen nuestros asesores, coordinadores y animadores  en nuestros grupos juveniles de las parroquias.

Trabajar la formación de los agentes de pastoral juvenil tiene que referirnos al análisis del contexto, trabajando la interculturalidad desde nuestra realidad histórico, que nos permite asumir una actitud crítica y responsable, modificando nuestra conducta opresora y  abrirnos a un conocimiento que se construye a partir de las experiencias reales, necesarias y cambiantes para una identidad marcada por un pasado tan presente como lo que somos hoy día: una sociedad que intenta conocerse.

En medio de todas las limitaciones que se presentan en los jóvenes, donde la educación de transformación sigue ausente en la construcción de conocimiento para la constitución de un sujeto pensante, creativo, libre y protagonista de su propio destino. Para cambiar esta realidad  tenemos que trabajar para una formación de un liderazgo comprometido con el cambio social. Esto implica un cambio de mentalidad, conociendo el pasado, los orígenes de donde venimos como iglesia, como país, quienes somos y cual es la finalidad ultima del ser humano.

Poder empoderar a la juventud desde la familia, la escuela, la iglesia, desde los espacios socioculturales sobre la base de la interculturalidad, nos hace capaces de buscar alternativas de solución ante la diversidad de problemas que se presentan a lo largo de la vida, es por ello que en este contexto del siglo XXI, no poder realizar el trabajo pastoral, si no a partir de una pedagogía cristiana, que exige el desarrollo de capacidades, desde un pensamiento sistémico, con una visión del mundo muy diferente de cómo no lo han enseñado. Esto requiere cambiar la lógica de hacer el trabajo pastoral, abrirse a nuevas formas de acompañar a los/as jóvenes, y sobre todo, hacer del evangelio un mensaje nuevo identificado con la realidad que viven las gentes.

Abrirnos a nuevas metodologías  para acompañar el proceso de formación con nuestros agentes de pastoral juvenil, con animadores socioculturales y líderes juveniles, nos permitirá desarrollar una propuesta educativa como parte de un proceso de acompañamiento y seguimiento, donde podamos construir capacidades que nos permitan abordar la problemática histórica, social, de derechos humanos, de identidad y de perjuicios, para poder constituir ese nuevo agente pastoral, capacidad de reconocer su identidad, convivir desde la igualdad y la diferencia como sujeto de deberes y derechos para un compromiso cristiano comprometido con el cambio personal y social.

Emprendedurismo Pastoral: Retos y desafíos de la Pastoral Juvenil

Poder ir más allá  de los conceptos y de las deflexiones sobre la problemática social y cultural que viven los jóvenes en los últimos tiempos, es asentarse  hacia un compromiso mayor con propuestas transformadoras que garanticen mejores resultados que impacten de forma positiva la realidad a cambiar. Se nos presenta un gran escenario para la acción, para asumir compromisos y realizar nuevos sueños.[21]
¿Qué pasa con nuestros jóvenes de hoy? ¿En que situaciones vives? ¿De que adolecen? Estas y otras preguntas podríamos estar haciéndonos constantemente si real y efectivamente estuviéramos interesados en ellos. La Pastoral Juvenil no se pueda dar el lujo de ignorar la situación en la que se encuentra la juventud en este momento. Más bien,  se tiene que sacudir de las añoranzas de otros tiempos y embarcarse en una propuesta evangelizadora que trascienda las expectativas  de los jóvenes como garantía de que hay otras posibilidades para vivir una vida consentido.

En medio de tanta miseria humana, ante tantas carencias de afectos y de amor, violencia en toda su manifestación, es una oportunidad hablar de Dios. Tenemos situaciones de injusticia social y exclusión, pero es un tiempo oportuno anunciar el Evangelio. Los jóvenes buscando sentido a la vida ven fracasados sus aspiraciones, bloqueadas ante un adultocentrismo que impera en las decisiones y donde ellos se siente ignorados, es el momento para la construcción de nuevas relaciones de derechos e igualdad.    Hoy como ayer esta el compromiso y están los motivos para hacer presente a Cristo como precursor de una pastoral encarnada y comprometida con la liberación de ese hombre y esa mujer esclavo/a de una realidad que les restaba vida.

El emprendedurismo pastoral es ver con otros ojos esa realidad que nos invita a explorarla y hacer los cambos pertinentes que nos permita explorar nuevas dimensiones del existir humano sin perder su esencia natural, que es esa relación  gratuita de amor para con Dios. “Llegamos a Dios sabiéndonos libres, sabiéndonos inteligentes, sabiendo que no sólo somos materia animada, sino un espíritu encarnado”. Cuando actuamos desde nuestra naturaleza, damos testimonio de ese Dios que lo es todo, que no se agota, que lo pueda todo y no hay mayor ejemplo que la vida de Jesús.

Este ha sido el testimonio y el mensaje de la Iglesia que por años cristinos/as han hecho de sus vidas una oportunidad vivir en Dios. Hoy la Pastoral Juvenil tiene el gran reto de empoderarse y empoderar a los jóvenes a que asuman una vida al estilo de Jesús de Nazaret, quien no se limito en hacer del Evangelio siempre algo nuevo, llevadero y con vocación de vida. Esa es la civilización del amor  a la que estamos llamados/as a construir  desde los jóvenes y con los jóvenes con Cristo siempre en nuestro caminar.















Bibliografías:

Carlos Candelario Veras: “Juventud, Sociedad y Liderazgo”. Hacia la formación y organización del joven. Ed. Yan Impresos. Santo Domingo.

Mons. Dr. Fausto Ramón Mejía Vallejo: “Los valores están ahí y te llaman”. Ed. Impreso Norte. San Francisco de Macorís. 2011.

Eugenio María de Hostos: “Moral Social”. Ed. Norma. Santo Domingo. 2003.

Padre Luís Rosario: “Guía para Prevención del uso de Drogas”. Ed. Pastoral Juvenil, Santo Domingo. 2007.

Pastoral Juvenil: “Navegando con Jesús”. Pascua Juvenil 2012. Santo Domingo.

Casiano Florián y Juan José Tamayo: Diccionario abreviado de pastoral”. Ed. Verbo Divina. Navarra España. 1988.

Biblia de Jerusalén. Nueva edición totalmente revisada y aumentada. Ed. Desclee de Brouwer. Bilbao, 1975.

La Iglesia en la actual transformación de América Latina a la luz del Concilio. Medellín: Conclusiones. (CELAM).

Herman Herrera y Daniel Brown. “La Guía del Emprendedor”. Ed. Ulbano, Barcelona, 2006.





[1] Objetivo de la Pastoral Juvenil: “La Pastoral Juvenil en la arquidiócesis de Santo Domingo, a través de un proceso dinámico que integra valores y expresiones culturales propias del ámbito juvenil, promueve  en la juventud la aceptación y reconocimiento mutuo como personas y como hijos e hijas de Dios con toda la humanidad, para cultivar los valores del Reino y construir la Cavilación del Amor.”
[2] En el análisis de contexto que vive el mundo de hoy, los obispos de América Latina  en el encuentro celebrado en Aparecida Brasil, hacer un llamado de atención sobre la necesidad de incorporar a Dios en la vida de las personas. Plantean que no se puede construir una sociedad al margen de Dios y de hacerlo las consecuencias serán muy negativas. La Iglesia Dominicana lo plante así, y es por eso que desde la Pastoral Juvenil queremos acompañar al joven en esa experiencia y ese conocimiento de Dios como parte importante en el plan de vida.
[3] “Guía para la Prevención del uso indebido de Drogas”. Reflexión de la pastoral Juvenil analizando el contesto que viven los jóvenes de las comunidades donde hace incidencia en su trabajo pastoral. 2007.
[4] Celedonio Jiménez, en una conferencia impartida en la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la UASD, se refirió a la realidad social que vive la Republica Dominicana, él enfatiza en las transformaciones de conducta, inversión de valores y plantea que la educación es el camino para contrarrestar los grades males que amenazan la estabilidad moral de los/as ciudadanos/as del país.
[5] En (Mt 29, 19), vemos una vinculación del bautizado con el plan salvifico de Dios.  El bautismo vincula a la persona con Jesús y por ende a su misión. Por eso, el ser cristino hoy día va más allá de una espiritualidad personal, es hacer comunidad  desde esa relación trinitaria que busca testimoniar a Dios en la persona del Padre, Hijo y Espíritu Santo que toda persona debe conocer y la Pastoral Juvenil es portadora de ese mensaje.
[6] Cuando reflexionamos el salmo 125, vemos que tan grande es Dios para con su pueblo, que en los momentos de oscuridad siempre esta la esperanza de que algo nuevo esta por pasar.  Pero siempre ese Dios espera la iniciativa del pueblo, que trabaja y que lucha para salir de la esclavitud, de las dificultades, de los problemas,  de ver en él la oportunidad de empezar una vida nueva.
[7] (Tercera Conferencia del Episcopado Latinoamericano celebrado el Pueble, México 1979, donde los obispos analizan la situación social que viven los pueblos de América Latina y decide hacer una opción preferencial por los más pobres).
[8] El concepto de emprendedurismo Pastoral lo hemos construido a partir de la nueva terminología de emprendedurismo como tal, aplicado al trabajo renovador de la Iglesia como iniciativa emprendedora de hombres y mujeres  que a través de la historia de la Iglesia han encontrados nuevas maneras de testimoniar el Evangelio en los momentos de crisis, donde la humanidad se abandona a su suerte sin que Dios participe de su vida. También hoy como ayer necesitamos de esos talentos, de esos carismas renovados que trascienden fronteras para hacer presente a Cristo siempre actualizado en las culturas de los pueblos.
[9] En el libro de Herman Herrera y Daniel Brown podemos ver como el concepto de emprendedurismo se trabaja a partir de las cualidades que poseen las personas, empleando un sello personal de las cosas que podemos realizar, es construir  caminos que nos hagan único.
[10] “Hemos percibido que, por su amplia popularidad entre los/as jóvenes, el lenguaje cibernético e informático, como metodología de comunicación, no solamente nos es útil para socializar estos contenidos formativos elaborado para la Pascua Juvenil , sino que responde mejor a la nueva cultural juvenil emergente, que tiene como artista principal el maravilloso mundo de la Internet y las redes sociales”. (Folleto de Pascua Juvenil 2012, Navegando con Jesús).  Este material que nos presenta la Pastoral Juvenil es un aporte más de la iglesia dominicana al trabajo de los jóvenes y ve en los medios de comunicación una oportunidad para acompañar y evangelizar a la juventud e una sociedad que esta en necesidad de cambios y de testimonio evangélico.  
[11] El concepto de liderazgo que desarrollamos aquí esta muy relacionado con el trabajo compartido en que cada persona contribuye a lograr los objetivos propuestos sin que quede derogado lo característico personal de los miembros. 
[12] Tenemos que ver el liderazgo como una necesidad de renovación continua de las estrategias y del trabajo ante una sociedad perneada por grandes cambios culturales, sociales y económicos, que necesita ser abordada con otros ojos, una nueva visión transformadora que responda a las exigencias de las gentes y sobre todo que la juventud forme parte para ese transformación como protagonista del proceso. 
[13] En el libros: Juventud, Sociedad y Liderazgo”,  escrito por Carlos Candelario Veras, nos plantea un modelo de liderazgo donde el joven asume un mayor compromiso en la construcción de es nueva  sociedad que todos/as anhelamos, que muchas veces la vemos lejos de nuestro horizonte, pero que en gran medida depende del esfuerzo que podamos realizar desde un trabajo del presente que garantice un futuro mejor.
[14] Los criterios los definimos como esa norma, esa regla que nos permiten orientar nuestro trabajo, nuestras acciones hacia un sentido profundo de nuestro ser cristiano, siendo coherente con el discurso que se convierte en acciones transformadoras y que nos da la identidad a partir de lo que hacemos.
[15] Cuando nos referimos al emprendedurismo en el trabajo pastoral, lo vemos desde esa oportunidad que tiene la Iglesia ante esos desafíos que nos presentan los jóvenes.  Vemos a los jóvenes y su realidad como tierra fértil que se puede sembrar y cosechar algo nuevo, diferente y renovador. Aquí la Iglesia se renueva, se revitaliza y da testimonio de ese Dios que camina y se hace presente en la transformación de la vida de cada uno/a cuando nos dejamos guiar por él.
[16] Cuando reflexionamos el devenir histórico de la Iglesia, vemos que tan grande ha sido Dios para la humanidad. En cada uno de los momentos de crisis, de dificultad, de confusión, donde los pueblos y las gentes pueden el horizonte hacia donde caminar, siempre han aparecido hombres y mujeres de fe, que han sido testigo del compromiso asumido de Dios con su pueblo. Son innumerables los testimonios de tantos hombres y mujeres de fe que en la historia de a Iglesia han dejado sus huellas como testimonio de vida para imitar, por eso lo reconocemos ejemplo de emprendedurismo pastoral.
[17] Cuando hacemos una relectura del libro del génesis haciendo referencia de la experiencia que vivió Abrahán y su esposa Sara, vemos que para Dios no hay nada imposible y  para lo que hombre y la mujer es imposible, para él  será lo contrario. Dios vive en constante emprendimiento como fuente inagotable con posibilidad siempre de vida y que los cristianos debemos reconocer y hacer del trabajo pastoral, ver realizar constantemente la promesa que Dios prometió a Abrahán.  
[18](Mensaje de S. S. Juan Pablo II para la XXIV Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales. 27/V/90.)
[19] Navegando con Jesús, es un folleto que preparo la Pastoral Juvenil como material de apoyo para la preparación de la pascua juvenil 2012, haciendo referencia sobre la importancia del Internet como herramienta de evangelización para los/as jóvenes de hoy.
[20] En la segunda Conferencia del Episcopado Latinoamericano que se celebro en Medellín Colombia 1968, vemos en la reflexión de los obispos una espacial atención en la metodología en el trabajo pastoral, tomando en cuenta el contexto que viven los pueblos y desde ahí poder inculturizar el evangelio. 
[21] Cuando caminamos tras las huellas de Jesús vemos que tan grande es el compromiso de los cristianos y más cuando se asume un rol pastoral. Jesús hijo de su tiempo, con dificultades,  pero identificado con esa realidad que impactó a partir de su trabajo misionera. Jesús no solamente era un hombre de palabra, también de acciones  concretas y necesarias para una sociedad que se resistía a los cambios. (Mt. 18, 11 y 28, 17-20).

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/ / Emprendedurismo Pastoral

CASA DE LA JUVENTUD-Pastoral Juvenil

Instituto de Formación Pastoral

Emprendedurismo Pastoral.
Por Jacinto Sención M.

Introducción.

El deseo y el compromiso de realizar una evangelización en reflexión continua desde los/as jóvenes y hacia los/as jóvenes con el mismo amor como Cristo ama a la iglesia, nos permite  vivenciar un trabajo pastoral que construye y promueve la Civilización del Amor. Desde sus inicios ha estado al frente con los jóvenes, en un trabajo misionero constante para dar a conocer al Cristo como modelo ejemplar para la juventud.  Las distintas comunidades parroquiales se han preocupado por tener y mantener los espacios para que el joven pueda participar plenamente de la presencia de Cristo, que se hace presente en la eucaristía, en los sacramentos y en la comunidad, pero también en los grupos juveniles. Es desde estos momentos y espacios de convivencias, de celebración, de evangelización, donde se ha necesitado la fuerza, el sacrificio y el trabajo para mantener viva la fe, con en entusiasmo  y el comprometido con los jóvenes.

La Arquidiócesis de Santo Domingo en su Tercer Plan Pastoral, apuesto espacial atención en los jóvenes por que entiende que ellos son parte importante para expandir el reino hacia las nuevas generaciones que necesitan conocer y vivir en Cristo como único camino de salvación y de vida eterna. Un Cristo que dé el verdadero sentido a la vida, donde el joven se sienta motivado a vivir plenamente desarrollando todas sus capacidades orientadas hacia el bien y en la búsqueda de la verdad. Para esto la Pastoral Juvenil se articula al trabajo pastoral de la iglesia desde los/as jóvenes y para los/as jóvenes como espacio de dialogo y de reflexión que promueve los valores del Reino como camino a la civilización del Amor. [1]

Dios se manifiesta permanentemente de forma diversa y renovadora. Se muestra que  es inagotable y que su amor transforma realidades, transforma corazones. En Jesús se muestra tal cual es, un Dios que cree en la persona, que posibilita otras maneras de reflexión, de dialogo, de convivencia, donde él sigue siendo el motivo de realización de muchos, que comprendiendo el sentido de su palabra, no vacilan en darlas a conocer y buscan la manera más inteligible de hacer presente la manifestación de ese Dios que nos invita a conocerle y convivir con él.

“Quien excluye a Dios de su horizonte falsifica el contexto de la realidad y solo puede caminar por caminos equivocados”.[2]

Una de las tantas tareas del cristiano es la de dar a conocer a Jesús, de promover el encuentro de ese Padre que siempre esta a la espera de que ese hijo permanezca con él o regrese a su lado. Hoy el joven cristiano tiene esta responsabilidad: dar a conocer a Cristo desde los jóvenes y hacia los jóvenes. Por eso que la Iglesia tiene su esperanza puesta en ellos, ya que entiende que el espíritu emprendedor de los jóvenes renueva esa fe que a todos nos hace restablecer la confianza y la relación con Dios.

A partir de la realidad que convive nuestra Iglesia hoy día, donde nuestros jóvenes esperan vivir algo diferente, que les faciliten encontrar el verdadero sentido a sus vidas más allá del puro materialismo, nos mueve a la reflexión de buscar algunas alternativas pastorales que respondas al sentido evangélico, de hacer de la palabra el alimento para el alma, entendiendo que los modelos hegemónicos existentes no satisfaces estas necesidades y que  la Iglesia puede crear y promover espacios que faciliten el encuentro con Dios para la realización del ser humano.


Una mirada al contexto.

Mirar la realidad social actual es sumergirse más allá de las fronteras, es ampliar la mirada hacia un contexto global que afecta a todos/as, es interesarse por el destino de la humanidad que se encuentra interconectada como una aldea planetaria. La lucha por la hegemonía del poder, el descontrol de un capitalismo salvaje y la contaminación ambiental, son unas de las tantas características que identificamos en la actualidad. Podemos decir que nuestro mundo esta enfermo y uno de los síntomas más relevante que podemos identificar es la ausencia moral en las relaciones humanas representadas en las instituciones.

La realidad que vive América Latina no esta aislado de lo que esta pasando en el reto del mundo, ella es parte de este entorno, muchas veces no ha sido tomada en cuenta en las tomas de decisiones que les afectan como países, como culturas, como personas, pero esta preocupada de lo que esta pasando y pueda pasar ante una crisis económica existente que perjudica en gran medida a los pueblos más empobrecidos. 

A partir de trabajo pastoral que realizamos como Iglesia en cada una de nuestras comunidades de incidencia, nos hace ser conciente de la realidad con la que los jóvenes conviven. En esta realidad la violencia en toda su manifestación esta tomando el control de la vida en cada uno de los espacios de la interrelación social representadas en cada una de las principales instituciones que dan vida a la sociedad. Vemos la violencia en las familias, en las escuelas, en las calles. Padecemos de violencia económica, sociocultural y una indiferencia institucionalizada, donde todos/as nos sentimos limitados/as para dar pasos significativos para el cambio a partir de la acción.

El tema de narcotráfico y  el consumo de drogas esta afectando a cada una de nuestras instituciones. Son muchas las familias destrozadas que de uno o de otra manera conviven con ellas.  A pesar de que cada año instituciones del estado y las ONGs que trabajamos en el tema de prevención, que invertimos humanos y materiales para combatir a los narcotraficantes, la prevención y la rehabilitación, la  verdad es que no vemos muchos cambios, ya que el narcotráfico parece que se nos estas yendo de las manos y lo peor de todo es que nuestros adolescentes y jóvenes son los que están pagando las consecuencias.[3]

Otras características de esta sociedad del siglo XXI,  es la indiferencia ante el compromiso social, la inversión de los valores que niegan la posibilidad del ser humano y una confusión  a la hora de vivir lo sagrado en esa búsqueda de sentido. Estamos ante un mudo de posibilidades, de oferta y demanda, pero que ninguna satisfacen las verdaderas necesidades de los jóvenes.  ¿Qué respuesta podemos dar ante una realidad que clama que le curen sus heridas? ¿Qué hacer ante personas indiferentes del dolor ajeno pero que necesitan ser cambiadas? ¿Cómo cambiar la esperanza de los jóvenes con realidades concreta?[4]

Una Pastoral Renovadora y Comprometida con la Espiritualidad de los Jóvenes.

La Pastoral Juvenil en su constante preocupación y celo apostólico para que los jóvenes vivan su ser religioso como camino esencial en la búsqueda de sentido, tiene que proponer como compromiso de que un solo joven no se quede sin conocer y vivir una espiritualidad centrada en la figura de Jesús de Nazaret. “Vayan y hagan discípulo a todos los pueblos”.[5] Es un mandato del mismo Dios que no quiere que ni uno solo de sus hijos se pierda. Todo el pueblo de Dios tiene esta tarea y la Pastoral Juvenil no esta ajeno a ella, su compromiso principal es que los jóvenes conozcan de Jesús.

A partir de la realidad que viven los jóvenes, que en su mayoría están en esa búsqueda para dar un mayor sentido a la vida, vemos la oportunidad de emprender nuevas maneras de llevar a la juventud  un mensaje transformador y liberador. Es el tiempo del “Kairos”, donde Cristo tiene que ser el sentido del existir de los jóvenes. He aquí donde la pastoral Juvenil tiene que estar a la vanguardia  para dar respuesta a las carencias y necesidades espirituales de los jóvenes. El trabajo pastoral tiene que estar bien enfocado a dar mayor satisfacción a ese ser religioso que el joven lleva dentro, que en su poco conocimiento de Jesucristo no sabe explotar las maravillas que es sentirse amado y querido por Dios.

“Gracias Seños por que ha estado grande con nosotros y estamos alegre”.[6] Que tan grade es nuestro Dios, como fuente inagotable para calmar la sed de todos/as. Esta es la clave para emprender un trabajo pastoral renovador que provea en los jóvenes verdaderos espacios de convivencias, que garanticen la participación y la celebración de ese Dios que se hizo hombre, que vivió como joven y que trajo al mundo una manera nueva de relacionarnos con el Padre.  La pastoral Juvenil ha de ser ese espacio donde se cultivan los valores, crear en el joven sensibilidad humana, ser tolerante, donde las potencialidades alcanzan el grado de posibilidad y que ellos mantengan vivo el espíritu emprendedor.

Una espiritualidad encarnada que transforma la realidad del joven.

La Iglesia además de anunciar la dignidad de la persona, sus derechos y deberes y de denunciar sus atropellos del hombre, tiene que ejercer una acción de servicio como parte integrante de su misión evangelizadora y misionera. Por esta razón, la Iglesia busca suplir en la medina de sus necesidades, las lagunas y ausencias de los poderes públicos y de las organizaciones sociales. Además, acoge y asiste a aquellos que son anónimos sociales a fin de restaurar su dignidad y su rostro humano”.[7]

La Pastoral Juvenil tiene que estar al tanto de las necesidades de los jóvenes y trabajar para que ellos puedan satisfacerla. Si se actúa ante estas exigencias con responsabilidad y diligencia, la Iglesia sigue dándole sentido al trabajo misionero como respuesta a la situación social que siempre la interpela a la acción.  La realidad de los jóvenes de nuestras comunidades necesitan ser impactadas no solamente en su vida espiritual, sino también en su situación social y económica garantizando mayores oportunidades para su inserción social accediendo a mejores condiciones de vida, con una formación,  trabajo digno y participar de los espacios recreativos y culturales.

Trabajar con los jóvenes es ir más allá de lo que nos pueda presentar la realidad, es conocer cada una de sus dimensiones y acompañarlos a realizarse como personas. Es trabajar su espiritualidad sin olvidarse de sus problemas sociales y económicos.  Para Iglesia los jóvenes es ese motivo de emprender algo nuevo, de sentirse con el compromiso de explorar  todas las posibilidades de vivir la experiencia del resucitado y de dar a conocer quien es Dios.

¿Cómo vemos el emprendedurismo desde la pastoral juvenil?[8]

Para una visión pastoral motivadora  y que pueda crear nuevas formas  de vivir y anunciar el evangelio a la manera de nuestros jóvenes de hoy,  tenemos que buscar las estrategias necesarias que respondan a esa busque de sentido que la sociedad esta demandando en la actualidad.

Se habladucho de innovación, de emprender, emprendedor o emprendedurismo, como parte importantes en las personas para lograr sus metas deseadas insertándose en el mundo económico, la productividad y satisfacción de necesidades. Es entrar en el mundo del mercado, de la oferta y la demanda, de la producción de bienes y la comulación riqueza, en fin es garantizar el bienestar de las personas. Sin embargo el emprendedurismo es algo más que todo eso, es asumir proyecto de vida  que implica un crecimiento como persona, construido a partir de  talentos, virtudes y sobre todo, estar impregnado de pasiones.[9]

La Iglesia no esta exento de ello y promueve mejores niveles de vida para las personas. Entiende que todos tenemos el derecho a cubrir nuestras necesidades básicas: alimentación, salud, techo y educación, pero también entiende que hay otras necesidades que no se pueden pasar por alto, ya que dan un mayor sentido en la vida del individuo y que sin ellas estaría incompleto para sentirse realizado. Vivir en una familia estable con valores, tener espacios de socialización, el sentirse amado y poder amar, celebrar la vida con los demás, hacer presente a Cristo en la persona, vivir los valores del evangelio, son otras maneras de realización donde Dios se hace presente y se nos da a conocer.
Sin embargo al hablar de emprendedurismo de una manera pastoral, nos referimos a la realización de los jóvenes en el trabajo pastoral de la Iglesia con iniciativas emprendedoras al servicio del evangelio. Esto implica, asumir un compromiso pastoral, que traducimos en, ver en el evangelio una oportunidad para crecer en las relaciones con Dios, con la Iglesia  consigo mismo, desde una visión de servicio que tiene su recompensa. A partir de este concepto, que queremos desplegar en esta iniciativa, con conocimientos claros de ideas innovadoras y emprendedoras que nos permitan hacer un trabajo diferente y motivador, donde los jóvenes se sientan impactados y vean en la figura de Jesús la respuesta en sus búsquedas de sentido.
En el mismo obtendremos herramientas prácticas y necesarias para el aprendizaje sobre la importancia de la formación teológica pastoral con iniciativas emprendedoras como camino hacia el desarrollo de capacidades al servicio del Reino. Desde la pastoral juvenil se puede empezar acpromover esta iniciativa garantizando la participación de nuevos líderes juveniles que promuevan el ecumenismo, un cristianismo de unidad  y el respecto por otras creencias.

¿Cómo trabajar el emprendedurismo pastoral?

No se puede trabajar el emprendedurismo pastoral si no se tiene claro el concepto de lo que significa e implica ser cristiano. El cristiano esta movido con una fuerza de voluntad que lo conduce hacer siempre el bien y hacerlo bien. Conciente de su realidad y el deseo de transformarla para bien suyo y de los demás. Es buscar en las dificultades la oportunidad de hacer presente a Cristo como propuesta de sentido ante el absurdo de la vida que hacen algunos. Por eso el sacrificio y el trabajo estarán de las manos en ese caminar permanente en la búsqueda del sentido evangélico para su fortaleza y el alivio de los demás. 

Trabajar el emprendedurismo pastoral hay que estar conciente de la realidad en que viven nuestros jóvenes de hoy, que va desde lo espiritual hasta lo social. Es estar insertado en el mundo tecnológico para su aprovechamiento como herramienta para la evangelización y como espacio de hacer presente a Cristo como camino de salvación.[10] Es buscar las mil maneras de presentar los valores del Reino, de hacer presente el amor infinito de Dios, que espera de los jóvenes den una respuesta a este amor. Es vivir la esperanza de que otro mundo sea posible y que se puede construir la civilización del amor. 

La importancia del liderazgo para el trabajo pastoral.[11]

Existen muchas definiciones de liderazgo, intentando así poder describir la capacidad en el ser humano de llevar las ideas o los ideales hacia un profundo existo compartido. El tipo liderazgo que queremos definir a partir de los ideales que compartimos en la Pastoral Juvenil, donde los valores cristianos son nuestras fortalezas, podemos decir, básicamente, que líder es aquel que tiene la capacidad de motivar a jóvenes, conduciéndolos a participar de los valores del Reino como principal camino para la búsqueda de sentido y donde ellos son los principales protagonistas para conseguir esa meta.

Este liderazgo tiene que estar acompañado de un emprendimiento permanente, donde los lideres juveniles organizan los esfuerzos del grupo y así lograr el desarrollo del mismo, integrando la realidad del entorno, hablamos así de un verdadero liderazgo juvenil.[12] Es común suponer que los lideres juveniles son personas que desde su infancia han manifestado capacidades poco comunes, y a las que su entorno ha favorecido de forma casi natural; pero nosotros consideramos al liderazgo como una interrelación enriquecida por una serie de destrezas adquiridas o aprendidas, por lo tanto, todos podemos aprender y desarrollar las destrezas necesarias para ser líderes si unimos el deseo a las acciones apropiadas.

Entendemos y propiciamos un liderazgo juvenil comunitario, comprometido con la realidad de los jóvenes en toda su dimensión. Este es el punto de partida para transformarnos en líderes, es desear mejorar la calidad formativa y organizativa de nuestra parroquia, de nuestra comunidad, visualizar como quisiéramos que cambiara una situación, nos planteamos una meta, una misión, que le de un propósito, un sentido y una dirección a nuestras fuerzas físicas, mentales y emocionales. Es hacer de trabajo pastoral un espacio compartido para la realización de todos/as en Jesús que nos conforta.

Liderazgo emprendedor.

Compartimos la idea de lo que seria un liderazgo emprendedor a partir de un trabajo pastoral incluyente, que garantice la participación de los jóvenes en cada una de las dediciones que afecten su vida.[13] El liderazgo emprendedor  es el conjunto de capacidades existentes en los grupos puesta al servicio del trabajo pastoral y que influyen en cada uno de los participantes, haciendo que ellos trabajen con entusiasmo, aunque la realidad sea diferente, en el logro de metas y objetivos, sin perder el horizonte de para quien se esta trabajando.

La experiencia que desde la pastoral Juvenil podemos compartir esta muy marcada por un trabajo que si no se hace en equipo, los resultados serian otros. La sociedad de hoy propicia el individualismo, el logro personal, la competitividad y sobre todo, la lucha por el poder. En un liderazgo emprendedor se toma muy en cuenta el sentido humanista de lo que somos y hacemos. El ser humano  es el principal interlocutor de los que hacemos, con cualidades tan importantes como las nuestras, pero que necesitan de una oportunidad para demostrar sus destrezas que pueden compartir con los demás. Por eso la necesidad  de estar a las expectativas cuando surgen algunos jóvenes que se muestran con cierto perfil que favorecen este liderazgo emprendedor, que ayudaran con nuevas iniciativas, serán gestores de nuevos proyectos y serán también los que renovaran el trabajo y al grupo.


Criterios para trabajar el emprendedurismo pastoral:[14]

Animarse emprender no es un reto fácil, esto requiere de mucho esfuerzo y dedicación. Comenzar con algo nuevo, con nuevas estrategias, en espacio diferentes y con personas sin motivación, es una buena oportunidad para comenzar a evangelizar a partir del  emprendedurismo pastoral. Toda acción nueva encaminada a la evangelización como camino al conocimiento de Dios, es un emprendedurismo pastoral. Por eso la necesidad de tener los conocimientos necesarios que nos permitan hacer el trabajo pastoral consentido y que impacte al joven en su búsqueda de sentido. Son muchas las condiciones que tenemos que tomar muy en cuenta para hablar de un emprendedurismo pastoral:

  1. Estar claro de lo que somos y lo que queremos ser. El joven cristiano no puede estar a espalda de su compromiso como cristino, más bien tiene que buscar el momento oportuno para reflexionar sobre su vida espiritual, con preguntas que afectan su vida: su relación con Dios, con la familia, como vive los sacramentos, como se relaciona en la iglesia, en la comunidad, que sentido tiene vivir el evangelio hoy día, si ve necesario hacer un cambio en su vida. Hacerse estas interrogantes es un paso que damos de madures, es preguntarse por el sentido de lo que somos, es mirarnos como somos y saber lo que queremos. Todo esto es parte de un emprendimiento pastoral.

  1.  Cociente de la realidad que viven los jóvenes de hoy. Vivimos una realidad muy complejo: inversión de valores, desinterés por lo sacramental, indiferencia ante el compromiso social y abandono del ser religioso. Ver esta realidad con ojos críticos es entrar en ella y desde ahí hacer el cambio, con ideas nuevas de vivir y hacer las cosas diferentes dándole un mayor sentido, es explotar al máximo una realidad que no se agota. Es emprender para dar un cambio en la vida de las personas, para ayudar a que otros jóvenes conozcan la figura de Jesús y lo hagan su modelo. Tenemos que estar claro cual es nuestra misión como jóvenes cristianos y cual es el sentido que hoy tenemos que dar a nuestra vida.

  1. Tener la esperanza de que las cosas pueden cambiar. No todo termina con hacer conciencia de lo que esta pasando en lo que afecta mi vida o lo que pasa en mi alrededor, es ver la posibilidad del cambio y en ese cambio mi participación directa como respuesta a una esperanza que implica un compromiso en la persona que se siente afecto por lo que esta viviendo, por lo que esta pasando en el mundo.

  1. Las ideas y los sueños se tienen que convertir en realidad. Nuestros grupos juveniles están repleto de jóvenes con buenas iniciativas, que pueden apórtanos mucho, pero muchas veces se siente estancados por que no se le da la oportunidad para hacerlo, o muchas veces tienen miedos a que sus ideas no sean tomadas en cuentas, o simplemente tienen miedo al fracaso. Es importante que los animadores o asesores estén pendientes de estos talentos que pueden brindar sus talentos al servicio del reino.

  1. Hoy es el día para empezar algo nuevo. Nuestros trabajos pastorales parecen que no se puede hacer de otra manera. Años vienes y años se van y la creatividad parecen que se van con ellos y vienes con ellos, ya que en gran medida terminamos haciendo lo mismo. ¿Que puede implicar esto en el trabajo pastoral que realizamos? Desencanto y aburrimientos de los jóvenes. Desaparición de los grupos por falta de jóvenes. Que nuestros jóvenes en el peor de los casos se nos retiren de la iglesia.

  1. ¡Si no empiezo yo quien lo hará! Muchas veces estamos en la espera para que el otro tire la primera piedra, o sea el primero que tome la iniciativa, sin embargo  es posible que con un primer comienzo, con una idea, con una propuesta, sea motivo para que otros se adhieran a formar parte de un proyecto que favorezca al trabajo pastoral que se realiza en la parroquia. Las ideas nuevas son esa chispa de juventud que se encuentra en la iglesia para darles vitalidad y permanencia.  

  1. En la práctica se aprenderá mucho más y será motivo para que otros puedan animarse. Las ideas después que se hacen realidad, ya es más fácil de lidiar con ellas. Todos nos parece más claro y tenemos la oportunidad de modificar, de agregar, de soñar despierto con la posibilidad de hacer posible nuestros sueños.

  1. Saber que no estamos solos ni trabajamos solos. La tarea de evangelización es un trabajo misionero que todo cristiano tenemos que realizar. Es una tarea de la Iglesia representada en cada uno de nosotros/as y acompañados/as por el Espíritu Santo que provee  los dones necesarios para hacer más dinámica la vivencia espiritual del cristiano. Cada uno/a a partir de sus conocimientos se pone al servicio de su iglesia. Por eso los jóvenes, quienes tienen ideas nuevas, brillantes y emprendedoras las dispones al fortalecimiento del trabajo pastoral de los grupos en las parroquias y en las comunidades de fe.

  1. Valorar y evaluar lo que hacemos y como lo hacemos. El sentirnos comprometidos con una tarea, con un proyecto, con las actividades pastorales, no hace más críticos de lo que hacemos. Es ver otras posibilidades de hacer diferentes las cosas sin perder ese sentido evangélico en la que todos/as estamos llamados/as a vivir. Ya el querer hacer las cosas y hacerla bien es un valor, como también reconocer cuando nos equivocamos  cuando lo hacemos mal. La reflexión de lo que se hace  siempre es buena y mejor todavía cuando lo que hacemos es parte de un ideal que todos/as compartimos, que es el ideal de Dios.

  1. Vivir y celebrar el trabajo pastoral. La eucaristía es el mejor ejemplo que podemos tener los cristianos para vivir y celebrar lo que somos y hacemos. La vida del cristiano tiene que ser una pascua permanente, es tener la confianza puesta siempre en Dios, que se hace presente en el trabajo pastoral y misionero de la Iglesia. Celebrar a Cristo es celebrar la vida, es dar el sentido de cuanto hacemos, es compartir las alegrías y las penas, es buscar el lado positivo de lo que se nos presenta cada día, es hacer presente a Dios en nuestras vidas. El joven cristianos tiene que estar en constante emprendimiento con la fe, renovando a cada instante esa posibilidad de ser cristiano, de sentirse amado por Jesucristo, de celebrar en la Iglesia los dones recibidos por el Espíritu Santo.

Manos a la obrar que los jóvenes nos esperan.

Estar conciente de la realidad que están viviendo nuestros jóvenes nos tiene que llevar a dar un paso más allá  del puro conocimiento de saber como están, como se siente, que quieren y que esperan de nosotros, es buscar respuestas y soluciones a sus problemas, es ser parte en la realización de sus metas sin cumplir, es hacerlo paste importantes y principales protagonistas en la decisiones que afectan sus vivas.

La Pastoral Juvenil tiene muchos rectos por delante que cumplir ante un panorama incierto para los jóvenes y los adolescentes, que son los más vulnerables ante los principales problemas sociales que padece la sociedad de hoy. Son muchos los retos, pero también son oportunidades para empezar algo muevo que nos de un mayor sentido de los que hacemos como trabajo pastoral, donde la Iglesia va haciendo su obra al servicio de los más débiles, sin que las dificultades apaguen el espíritu misionero de cuanto se sienten comprometido con el reino.[15] 

Hoy es el momento y no mañana  para emprender una nueva mirada sobre el mundo que nos interpela, es la ocasión  de caminar descalzo para sentir la firme dureza de una realidad que necesita ser cambiada, es poner la esperanza en ideas vivan que gritan en auxilio del pobre, del frágil,  y sobre todo de los jóvenes que ven realizados sus sueños en el compromiso asumidos para un mejor presente y un mejor futuro.

¿Cómo podemos trabajar el emprendedurismo pastoral a partir de la realidad de los jóvenes?[16]

Cuenta la historia que en una ocasión un joven decidió no asistir más a misa ni participar de los grupos de la pastoral juvenil. Desencantado y aburrido por que en su iglesia y el grupo al que él asistía no salía de la misma rutina que semana tras semana se iba repitiendo sin dejar espacio a que la comunidad pudiera vivir algo diferente. Pensó que era mejor  dedicar ese tiempo a la lectura o compartirlo con sus amigos.

La iglesia tenía 40 años con el mismo sacerdote, todavía conservada  la decoración  de su construcción original, los bancos nunca fueron cambiados de su lugar y los lectores y los miembros del coro eran los mismos de cuando crearon la parroquia. Los libros de cantos estaban ilegibles por el uso diario de los feligreses, todos se sabían las canciones, llevaban años recitándolas sin cambiar un solo estribillo.  Las campanas sonaban a las mismas horas antes de empezar los oficios de la mañana y de la tarde. Varios años más tarde el sacerdote cayó enfermos y murió a los 70 años.

La iglesia duro mucho tiempo sin sustituto y la feligresía  se fue alejando del templo y solo se limitaron a vivir su espiritualidad de manera personal en el rezo del rosario y en ocasiones se congregaba la comunidad para la fiesta de la patrona y los días de Semana Santa para recordar la pasión y muerte del Señor. La iglesia que convirtió en un museo, un monumento histórico visitada por turistas, hasta que un día fue destina un joven que años atrás la había abandonado, ya que en ella no encontraba el sentido en el espacio de grupo juvenil ni a la celebración de la eucaristía. Pero esta vez regreso siendo ya sacerdote a realizar un sueño que se había hecho su madre entes de morir.

Ella había soñado que en la iglesia a la que pertenecía se congregaban muchas gentes de todas las edades, ancianos/as, jóvenes y niños/as. En la parte interior estaba reluciente con imágenes que expresaban emoción.  La iglesia estaba repleta y todos/as entonaban y cantaban emocionados/as. Sobre el altar mayor rodeado con muchas flores esta postrado sobre el mantel blanco el cáliz, el vino, también la Biblia y varios cirios encendidos. Todo el pasillo central estaba repleto de ofrendas que las gentes iban trayendo. También se veía a un joven postrado en el piso vestido de blanco y a su alrededor varios hombres y mujeres   que tendían sus manos sobre él, luego se paro y todos/as  les dieron un abrazo y le hicieron entrega de la Biblia, que beso, la abrazo y alzándolo sobre sus hombros, miro hacia arriba dan gracias a Dios por que lo había elegido para realizar una misión.

Termina la historia señalando que aquel joven que una vez se había apartado  de la iglesia por que en ella no llenaba sus expectativas, hoy la había convertido en un lugar de predicación, de evangelización y sobre todo había devuelto a las gerentes el espacio para el encuentro con Dios, la fe de la comunidad en un Dios vivo que se hace presente entre ellos, celebrando juntos la fe encarnada vivenciar y trasformadora.

Partiendo de este relato podemos ver cuantas historias se podrían contar de cómo le mensaje de Dios se transforma en grandes maravillas que hoy la Iglesia se regocija por la influencia que ha dejado al mundo cristiano. Hacer una mirada al pasado, nos permitirá conocer la vida de algunos Santos que fueron emprendedores en su momento y que nos pueden inspirar y ayudar a buscar el sentido del trabajo pastoral que busca llevar buena nueva  ente un mundo que demanda de nuevas señales donde el evangelio sigue tan lleno de vida como en otros tiempos. Si, un evangelio que emana sabiduría para engrandecer la causa del por que Cristo vino al mundo y que su presencia cambio la suerte de mucho que vieron en él su salvación.

Presentamos algunos momentos históricos que para la Iglesia fue un renacer de ese espíritu pastoral y misionero, donde cuatro personajes sembraron las semillas del emprendimiento en unas sociedades caracterizadas por conflictos eclesiales, de fe, de marginalidad social, de pobreza, pero que cada uno de ellos supo dar respuesta a partir de un trabajo pastoral desarrollado en pequeñas iniciativas que a sus pasos en el tiempo se convirtieron en grades obras que hasta hoy siguen dando sus mejores frutos al servicio del Reino de Dios.

Santo Domingo de Guzmán (1170-1221)

Nacido en Caleruela Provincia de Burgos Reino de Castilla, será uno de los grades promotores de la evangelización del comienzo del siglo XIII. Siendo muy joven se interesa por los estudios que las circunstancias los favorecen para lograr tal propósito.  Cuenta con una familia que lo apoya en todo momento para hacer de él un hombre de bien, será para el futuro fraile una oportunidad de emprender en la vida. Ya a temprana edad se da cuenta de la desigualdad social en la que viven las gentes y el vender sus libros para dar el dinero a los pobres demuestra su sensibilidad que ira desarrollando a profundidad en la medina que va madurando su vocación misionera al servicio del evangelio.

Formado en las sagradas escrituras y otros conocimientos para el ejercicio del ministerio sacerdotal, comienza a sentir el celo apostólico, que quedara evidenciado por el sur de Francia en un viaje diplomático por el cargo del Rey Alfonso de Castila, que para los propósitos fue un fracaso, sin embargo seria  para el clérigo, el comienzo de un trabajo pastoral que no descasaría hasta su muerte. Si, vivió una experiencia que lo llevo a tener compasión por aquellos que no conocían la verdad del evangelio. Encontrarse con personas que profesaban otras creencias distintas del cristianismo, llego a la convicción de que en la Iglesia no se estaba haciendo el trabajo pastoral y misionero.

Ya convencido del trabajo pastoral que quiere hacer suyo carisma, comenzó a formar el movimiento de predicadores para dar a conocer a Cristo en unas comunidades donde la Iglesia estaba ausente por las comodidades y la perdición.  Domingo vio la necesidad de emprender un nuevo tipo de evangelización, como respuesta a las necesidades de su tiempo, que otras ordenes en la Iglesia no lo estaban haciendo. Esto supuso para él diseñar una propuesta diferente que influyera en un problema fundamental en la vida de la persona, como lo es,  la búsqueda de sentido el lo religioso.

Domingo de Guzmán se da cuanta de lo que implica esta empresa y no vacilará en dar pasos importantes que garantizaran el existo de tal propósito.  Entiende que el proyecto no se pueda llevar solo y para esto hace participes a otras personas que no vacilaran en apostar para que las ideas se materialicen. Entendía que la formación era importante para llevar con existo la misión, y desde entonces cada uno de sus miembros tubo que realizar los estudios pertinentes  para la ocasión. Muchos jóvenes se sumaron a la propuesta y al poco tiempo de fundado el movimiento de la Orden de Predicadores, con taba con casas y conventos tanto de hombres como de mujeres que hasta hoy no han dejados de abrazar el evangelio como único instrumento para decir la verdad.

San Felipe Neri (1515-1595)

Nacido en Florencia Italia a comienzo del siglo XVI, época en que la Iglesia estaba sumergida en múltiples contradicciones en la vivencia de los sacramentos y en la lucha de poder, siendo el testimonio el gran ausente entre los cristianos. La vida del pueblo Romano dejaba mucho que desear, todos reconocían lo que estaba pasando pero muy poco se hacia para remediarlo. La tarea de Felipe habría de consistir en reevangelizar la ciudad de Roma y para esto se dedico en cuerpo y alma hasta lograr tales fines.

Toda empresa en su primeros inicios tiene sus dificultades para emprender con existo. Lo mismo vivió el joven Felipe, que aun siendo laico, comenzó  solo a realizar pequeñas tareas pastorales pero de gran significado para una sociedad carente te testimonios que orientaran el camino a seguir. Su primera tarea consistió en dirigirse a las gentes en las plazas y en los mercados, visitas a los hospitales y motivo a otros a que les acompañaran. Esto genero interés en las personas que veían en él un ejemplo a imitar.

El abandono a los servicios religiosos por parte del clero, motivo de que muchos feligreses no participaran de los sacramentos ni de la oración,  lo que para Felipe Neri, sería motivo de preocupación. Una segunda tarea fue organizar grupos de personas, entre feligreses, sacerdotes y religiosos, para hacer procesiones y visitas a las iglesias de la ciudad. El grupo fue tomando estructura, ya se hacían oraciones en común, lectura y comentario de evangelio, se leía  la  vida de los santos y la historia de la Iglesia.

Los resultados de esta experiencia no se hicieron esperar, se dio el paso para fundar la Hermanad del Pequeño Oratorio para la instrucción espiritual de las gentes y más tarde, la Confraternidad de la Santísima Trinidad, conocida como cofradía de los pobres,  para dar un servicio a los peregrinos y a los enfermos. Ya ordenado sacerdote a petición de la misma Iglesia, Felipe Neri y los miembros de la nueva empresa se reunían para celebrar la eucaristía, hacían oraciones y ejercicio espirituales. La comunidad cristiana no era la misma, estaba convencida y había reconocido en el mensaje del evangelio una luz para salir de la oscuridad: habían conocido el verdadero rostro de Jesús.

San Juan Bosco (1815-1888)

Hablar de Don Bosco es hablar de juventud. Nace al principio del siglo XIX en Turín Italia, en un contexto de profundas transformaciones en toda Europa con la revolución industrial, de las artes y otros inventos, que marcaría una nueva era en la historia de la humanidad. Italia es parte de este proceso, ya que empieza a dar sus primeros pasos y se ponen de acuerdos entre los estados para formar una sola unidad política, mientras que muchas colonias conquistadas por países europeos, empiezan a independizarse creados otras republicas que serán mas adelante tierras de misión para seguir realizando el trabajo pastoral a favor de la juventud.

La realidad con la que convivió Don Bosco  desde su niñez hasta su infancia, sería la que lo marcaría en el trabajo misionero a favor de los jóvenes más desposeídos. Nacido en un campo y  con recursos limitados, comienza un camino de dificultades que ira superando en la medida que se va formando y haciendo conciencia de su vocación. Huérfano de padre a temprana edad, teniendo que trabajar y con grandes apuros para estudiar, no fueron barreras para lograr los propósitos.  Ya un jovencito empieza a postran un espíritu de liderazgo entre los demás jóvenes. La vida para él era un aprendizaje continuo, llego aprender: pastelería, ferretería, sastrería, zapatería y otros oficios que luego le serviría para enseñárselo a sus muchachos.

Ya siendo sacerdote diocesano empieza a interesarse por las condiciones de vida en la que viven los jóvenes, marcado por la pobreza, el abandono y la explotación laboral, estamos hablando que esto era parte de las miserias y las desigualdad sociales que iba dejando las escuelas de la industrialización. Impresionado por la cruda realidad, comienza a realizar su trabajo pastoral atendiendo estas necesidades. Sus lugares e trabajos eran las calles y las cárceles, procurando que los jóvenes fueran atendidos. Por eso no vacilará en crear espacios para la formación, alimentación y donde dormir.

Muy pronto la obra iniciada por el sacerdote se empieza a dar sentido en la vida de muchos jóvenes, cambiando condiciones de orfandad, de miseria, y explanación laboral,  a convertirlos en personas para en bien. La obra seguiría en aumento según crecían las demandas. Se fueron creados escuelas laborales donde los jóvenes aprehendían uno que otro oficio, se les daba una educación integral que luego pararían a insertarse a la sociedad con mayor reconocimiento de dignidad. El trabajo lo fue consumiendo poco apoco, pero a su vez, dejando el sueño realizado y las huellas de Dios inclaustrada en la vida de cada joven que a su encuentro venían. 

Pedro Poveda (1874-1936)

Oriundo de Linares de la Provincia de Jen España, en un contextos de grades cambios, pero también de muchas dificultades que en el futuro el sacerdote enfrentará en su memento como parte de su apostolado. Desde muy niño sintió la atracción por la vida sacerdotal. Ya siendo un joven entra al seminario donde hace sus estudios para tales fines, demostrando disciplina y capacidad intelectual. Con el interés de realizar un trabajo pastoral, comienzo hacer contacto con una realidad muy diferente a la que vive en el seminario. La labor que realiza el padre  Manjón en las cuevas del Sacromonte en Granada, ayudara a que joven se interese por la situación social de las gentes.

Se ordena sacerdote y en seguida da continuidad al trabajo misionero en medio de la realidad paupérrima de las personas que intentará cambiar.  Su labor constante de servicio y entrega empieza a despertar la sensibilidad y el en interés de los más ricos de la ciudad por la situación de indigencia en que viven los barrios marginales. Poveda entiende que una forma de acabar con la miseria es trabajando la educación. Por eso una de la primera obra de impacto fue la de construir escuelas para los niños/as pobres, que respondan a las necesidades de su propio contexto.

Esto fue el inicio para una revolución que en poco tiempo la propuesta del padre Poveda realizaría.  Convencido de la importancia de la educación, comienza un proyecto para formar profesores cristianos/as laicos/as para evangelizar y publica algunos artículos sobre la problemática educativa y la formación del profesorado. Más adelante abre una academia pedagógica para que los maestros se formaran. Otra preocupación del sacerdote era el papel que debía jugar la mujer en la sociedad, por eso funda una academia femenina para estudiantes de magisterio.

Un paso interesante que marcaría el rumbo del proyecto de Pedro Poveda, fue la creación de la Institución de las Teresianas, que se dedicaría de forma permanente en el acompañamiento socioeducativo de los maestros y maestras de los centros educativos. Las mujeres jugaran un papel protagónico para el cambio sociocultural de la época.  La formación educativa abrió horizontes, rompió barreras e una sociedad a la mujer no se tomaba en cuenta en la tomas de decisiones.

La fuerza de voluntad, para hacerlo posible y hacerlo bien.

Ya casi terminamos dos siglos en que “la palabra se hizo carne y habito entre nosotros”, y desde entonces no ha dejado de pronunciarse de una y de otra manera para comunicarnos que tan grade es el amor de Dios. Pero tan grades fueron esos hombres y mujeres que a través de los tiempos han hecho del evangelio una oportunidad predicar el mensaje de Jesús.  Y en los momentos de crisis de la Iglesia ha sabido emprender con nuevos carismas para fortalecer la fe de los cristianos. Entre estas personas solo mencionamos algunos en diferentes momentos, pero desde os inicio de la Iglesia vemos como padres de la Iglesia (Clemente, Ignacio de Antioquia, san Agustín, etc.,), los de la vida monástica (san Antonio, san Benito…), de la vida mitigante (Santo Domingo de Guzmán y San Francisco Así), como otros santos posteriores: como san Ignacio de Loyola, San Felipe Nari, Juan Bosco, Pedro Poveda), entre otros, pudieron hacer del Evangelio su gran oportunidad para amar a Dios sin limites en medio de las gentes.

¿De que se valieron estas personas para mantener una fe tan viva en  la Iglesia? ¿Cuáles fueron sus fortalezas para darle un dinamismo nuevo al Evangelio? Creo que una de las mayores virtudes que podemos destacar, fue haber tenido la fuerza de voluntad que permitió en ellos desarrollar grades  ingenios que evoluciono la vida de la Iglesia y de los creyentes. Su caninaza en Dios, el compromiso con el Evangelio puso a prueba los dones recibido del Espíritu Santo que ellos supieron aprovechar par emprender en la Iglesia y dar  respuestas a las necesidades que las gentes padecía en ese momento.  

La Pastoral Juvenil tiene siempre nuevos retos para trabajar con los jóvenes y esto se debe a la naturaleza misma del campo de trabajo se mantiene en constantes cambios y demanda nuevas formas de abordar las demandas. La realidad del joven amerita estar en constante reflexión que nos permita brindarle nuevas oportunidades de lo diferentes, de Jesús que se renueva una y otro vez garantizándonos una vida plena que se va construyendo, renovando y fortaleciendo con el tiempo.  

Movido por la Fe.

Si miramos la Fe como la apertura del hombre hacia Dios, tendremos una clara respuesta de lo que movía y nueve todavía a muchos/as cristianos/as a realizar un trabajo pastoral y misionero arraigados  sobre los criterios del  Evangelio con compromiso social. Es una fe creída y vivenciada  ante una comunidad necesitada de modelo a seguir. La fe nueve los corazones, la fe nueve a la acción y sobretodo creer que en lo que se hace es parte de un testimonio que exige una entrega.  

La vida de los grandes hombres y mujeres de la Iglesia están marcadas por el misterio de Dios que busca revelarse constantemente en realidades concretas para los intereses de su reino. El cristiano/a obedece a un llamado de Dios que despierta compromiso, es una fe que va más allá de lo conocible, pero que transforma la vida de las personas, las realidades como posibilidad de conocer más a Dios y   de mantener una fidelidad a él.

Hoy la Iglesia estas cada vez más conciente de que el trabajo pastoral que realiza esta motivado en la fe que profesa en Jesucristo. Esta fe necesita de terrenos fértiles que produzcan vedas, que transforme corazones,  que provoque cambios y que vitalice la acción evangelizadora en la realidad social del momento. Para esto se necesita la voluntad para hacerlo posible, la preparación para hacerlo bien y  pero también la fe y la confianza de saber que no se estas solo, sino que Dios acompañara siempre  la obra hasta el final.

Sacrificio y trabajo para lograr los propósitos.

Hay que estar conciente que el trabajo pastoral no es tan fácil como pretendemos describirlo. Es un trabajo de constante reflexión, con dedicación y mucho sacrificio. Es estar permanentemente pensando en lo que se esta haciendo y lo que se podría hacer para mejorar la practica cada día,  pero con la esperanza de que el trabajo tenga que lograr los frutos y la satisfacción de haberlo realizado. Tanto el sacrificio que se pueda hacer y los propósitos que podemos alcanzar, están ligados  a las destrezas que nos permiten emprender en nuestro trabajo pastoral.

No podemos hablar del emprendedurismo pastoral fuera de estas dos condiciones: trabajo y sacrificio. La Pastoral Juvenil esta conciente de lo que implica hacer un trabajo que pueda impactar y responder a las necesidades de los jóvenes. La experiencia nos dice que el trabajo con los jóvenes se torna cada vez más difícil y el sacrificio es mucho mayor. Pero lo bueno de todo esto, es que éste trabajo es tan emocionante y motivador, ya que las características de los jóvenes hacen que el trabajo se viva así.  Solo pensar que los jóvenes son el motor para el cambio, que convide con la diferencia de lo existente y mantiene viva la fe e la Iglesia, es mucho motivo para trabajar con ellos y desde ellos para lograr los propósitos.

Madurez en lo que hacemos para un buen trabajo pastoral.

Cuantas veces decimos o escuchamos en el ardor popular que la experiencia no se improvisa, queriéndonos decir, que el trabajo constante y con dedicación nos tiene que llevar a buenos resultados y en el mejor de los casas, tener la autoridad por lo que hacemos. Cuando hacemos esta relación con el trabajo que la Pastoral Juvenil realiza,  vemos el esfuerzo que por años se he estado realizando en beneficio de tantos jóvenes que hoy puede dar testimonio de lo que ha sido para ellos vivir la experiencia de pertenecer y ser parte importante del proceso de formativo, ser parte de los cambios que se han dado impulsados por ellos  y todo ese testimonio a partir de las vivencias y lo que ha significado tener a Jesús presentes en sus vidas.

Hoy la Pastoral Juvenil no puede estar exento de todo esto, más bien tiene que seguir comprometida y motiva a ser luz permanente de tantos jóvenes que en nuestras comunidades necesitan  de espacios de convivencias, donde se muestre el verdadero rostros de Jesús. El joven esta ansioso, siente la necesidad de hacer ese encuentro de con Jesús, que se hacer joven con el joven y desde ahí hace de la vida un sentido de lucha, de trabajo, el esfuerzo para hacerlo posible y diferente.

Refundar y emprender el trabajo pastoral.[17]

La Iglesia en su accionar misionero ha testimoniado a Cristo, que se identifica con realidades concretas que necesitan ser cambiadas. Hombre y mujeres  han sido testimonio vivientes que dieron respuestas concretas a situaciones que parecían no tener sentido en un mundo de desesperación y de abandono. ¿Qué movía a estas gentes a lanzarse a un proyecto nuevo y que con tanto existo se realizaría? ¿Qué de común podaríamos encontrar en cada un de ellos que nos dieran la clave para comprender tantas riquezas como propuesta a imitar? ¿Realmente fueron hombres y mujeres mortales que realizaron tan bastas misiones?

“Cada cosa se define a partir de lo que es y puede ser, tiene su razón de ser en la medida que actúa desde su naturaleza, haciendo posible la misión como garantía de que el compromiso asumido, es fruto de un testimonio de fe ante un llamado que necesita de respuesta”. Reconocerse y sentirse identificado con la propuesta de salvifica de Dios nos da una razón de ser definida a partir de lo que hacemos, sentimos y vivimos, es asumir la vida como instrumento de transformación ante una realidad que necesita ser cambiada para algo mejor, apostando por la dignidad del ser humano para reconciliarlo con Dios. Muchos cristianos los entendieron así, y su legado ha transcendido el tiempo, la historia y fronteras.

Sí, eran hombres y mujeres de carne y hueso como nosotros/as, eran cristianos/as de a pies que asumieron un estilo de vida que lo comprometía cada vez más con una realidad social que demandaba una atención especial de tantas gentes que necesitaban de verdaderos testimonios de ese amor de Dios que se hacia presente en cada una de las obrar realizadas. La clave ante tanta entrega, dedicación y trabajo ha sido ese amor a Dios. Un amor que se transforma en realidades, en conocimiento, que ve más allá de lo posible, de lo inimaginable. Es abandonarse  a la causa ajena que se asume como propia hasta lograr transformarse para el bienestar de los más necesitados. Cada de uno de estas personas vivieron una espiritualidad encarnada, comprometida con la causa del evangelio: “Dichosos los que con un corazón noble y generoso guardan la palabra de Dios y dan fruto perseverando”.(Lc. 8)

Medios y estrategias para el emprendedurismo pastoral.

Hoy día los medios de comunicación son unas herramientas necesarias para poder llevar el mensaje a los jóvenes y al resto del mundo de forma rápida y diversificada. Llegar a los diferentes medios de comunicación en llegar a los jóvenes. El mundo esta conectado en redes, en espacios cibernéticos, pero los jóvenes son los más abanderados y su comunicación depende de estos espacios. Igual la Iglesia desde la Pastoral Juvenil tiene que poner espacial atención a las nuevas tecnologías que se va introduciendo en la vida de las gentes y debe aprovecharla como medio de evangelización en  medio de una sociedad que necesita revitalizarla en el anuncio de Jesucristo como único camino de salvación. 

Los medios de comunicación debemos de verlo como una oportunidad que nos permiten llegar a los jóvenes con el mensaje, pero si no tenemos nuevas estrategias que respondan y llenen las expectativas de cuanto no ven en la Iglesia verdaderos testimonios del mensaje cristiano que justifique a Cristo como modelo de vida para cuanto se tientan llamado vivir el Evangelio con autenticidad.

Las estrategias para el trabajo pastoral tienen que ir de la mano con los nuevos tiempos. Es buscar todas las posibilidades de hacer creíble la promesa salvadora de Dios. Este es el momento para empezar, es la oportunidad para hacer algo diferente, es la hora de emprender con el joven en el anuncio de la palabra, que se cree y se vive, que motiva a otros/as a conocerla. El emprendedurismo pastoral  estas acompañado de una noticia que se renueva permanentemente en el tiempo, en los pueblos, en las culturas, a cada minutos, sin que Dios dejara de ser el mismo que anunciaron los profetas y que con Jesús se hace presente el amor de Dios que se entrega sin limite para la salvación del mundo entero.

Como Pastoral Juvenil preocupada por la espiritualidad de los/as joven se tiene que hacer algunas preguntas: ¿Que papel esta jugando los medios de comunicación como espacio de promoción hunaza? ¿Qué valores se promueven en los medios de comunicación? ¿Esta la Iglesia utilizando los medios de comunicación como espacio de evangelización o estas al margen de los mismos? ¿Esta la Pastoral Juvenil preparando para el uso de las redes sociales como espacio de dialogo y de reflexión para promover los valores  cristianos, morales, fomentado una cultura de paz para la civilización del amor?

La pastoral Juvenil estás y debe estar presente en los medios de comunicación. La Iglesia no esta ajena de los adelantos, de la tecnología y lo utiliza como comino para llevar el mensaje cristiano al mundo entero.[18]  Una pastoral emprendedora esta encaminada a la transformación del joven tomando en cuenta su contesto y los medios que usan. Estamos en la era de la tecnología, lenguaje que todo agente de pastoral juvenil debe manejar como interlocutor entre los jóvenes que necesitan conocer de Dios.[19]

Rol de los agentes de Pastoral Juvenil para un emprendedurismo pastoral.

Para trabajar el emprendedurismo pastoral se tiene que tomar muy en cuenta la preparación de nuestros  agentes de pastoral juvenil. Tenemos que hacer conciencia de lo que ha significado para la iglesia Latinoamérica pasar de un modelo pedagógico tradicional y conservador, a trabajar la evangelización tomando en cuenta los pueblos y sus culturas.[20] En esta medida tenemos un gran reto por delante, y lo vemos en las debilidades formativas que carecen nuestros asesores, coordinadores y animadores  en nuestros grupos juveniles de las parroquias.

Trabajar la formación de los agentes de pastoral juvenil tiene que referirnos al análisis del contexto, trabajando la interculturalidad desde nuestra realidad histórico, que nos permite asumir una actitud crítica y responsable, modificando nuestra conducta opresora y  abrirnos a un conocimiento que se construye a partir de las experiencias reales, necesarias y cambiantes para una identidad marcada por un pasado tan presente como lo que somos hoy día: una sociedad que intenta conocerse.

En medio de todas las limitaciones que se presentan en los jóvenes, donde la educación de transformación sigue ausente en la construcción de conocimiento para la constitución de un sujeto pensante, creativo, libre y protagonista de su propio destino. Para cambiar esta realidad  tenemos que trabajar para una formación de un liderazgo comprometido con el cambio social. Esto implica un cambio de mentalidad, conociendo el pasado, los orígenes de donde venimos como iglesia, como país, quienes somos y cual es la finalidad ultima del ser humano.

Poder empoderar a la juventud desde la familia, la escuela, la iglesia, desde los espacios socioculturales sobre la base de la interculturalidad, nos hace capaces de buscar alternativas de solución ante la diversidad de problemas que se presentan a lo largo de la vida, es por ello que en este contexto del siglo XXI, no poder realizar el trabajo pastoral, si no a partir de una pedagogía cristiana, que exige el desarrollo de capacidades, desde un pensamiento sistémico, con una visión del mundo muy diferente de cómo no lo han enseñado. Esto requiere cambiar la lógica de hacer el trabajo pastoral, abrirse a nuevas formas de acompañar a los/as jóvenes, y sobre todo, hacer del evangelio un mensaje nuevo identificado con la realidad que viven las gentes.

Abrirnos a nuevas metodologías  para acompañar el proceso de formación con nuestros agentes de pastoral juvenil, con animadores socioculturales y líderes juveniles, nos permitirá desarrollar una propuesta educativa como parte de un proceso de acompañamiento y seguimiento, donde podamos construir capacidades que nos permitan abordar la problemática histórica, social, de derechos humanos, de identidad y de perjuicios, para poder constituir ese nuevo agente pastoral, capacidad de reconocer su identidad, convivir desde la igualdad y la diferencia como sujeto de deberes y derechos para un compromiso cristiano comprometido con el cambio personal y social.

Emprendedurismo Pastoral: Retos y desafíos de la Pastoral Juvenil

Poder ir más allá  de los conceptos y de las deflexiones sobre la problemática social y cultural que viven los jóvenes en los últimos tiempos, es asentarse  hacia un compromiso mayor con propuestas transformadoras que garanticen mejores resultados que impacten de forma positiva la realidad a cambiar. Se nos presenta un gran escenario para la acción, para asumir compromisos y realizar nuevos sueños.[21]
¿Qué pasa con nuestros jóvenes de hoy? ¿En que situaciones vives? ¿De que adolecen? Estas y otras preguntas podríamos estar haciéndonos constantemente si real y efectivamente estuviéramos interesados en ellos. La Pastoral Juvenil no se pueda dar el lujo de ignorar la situación en la que se encuentra la juventud en este momento. Más bien,  se tiene que sacudir de las añoranzas de otros tiempos y embarcarse en una propuesta evangelizadora que trascienda las expectativas  de los jóvenes como garantía de que hay otras posibilidades para vivir una vida consentido.

En medio de tanta miseria humana, ante tantas carencias de afectos y de amor, violencia en toda su manifestación, es una oportunidad hablar de Dios. Tenemos situaciones de injusticia social y exclusión, pero es un tiempo oportuno anunciar el Evangelio. Los jóvenes buscando sentido a la vida ven fracasados sus aspiraciones, bloqueadas ante un adultocentrismo que impera en las decisiones y donde ellos se siente ignorados, es el momento para la construcción de nuevas relaciones de derechos e igualdad.    Hoy como ayer esta el compromiso y están los motivos para hacer presente a Cristo como precursor de una pastoral encarnada y comprometida con la liberación de ese hombre y esa mujer esclavo/a de una realidad que les restaba vida.

El emprendedurismo pastoral es ver con otros ojos esa realidad que nos invita a explorarla y hacer los cambos pertinentes que nos permita explorar nuevas dimensiones del existir humano sin perder su esencia natural, que es esa relación  gratuita de amor para con Dios. “Llegamos a Dios sabiéndonos libres, sabiéndonos inteligentes, sabiendo que no sólo somos materia animada, sino un espíritu encarnado”. Cuando actuamos desde nuestra naturaleza, damos testimonio de ese Dios que lo es todo, que no se agota, que lo pueda todo y no hay mayor ejemplo que la vida de Jesús.

Este ha sido el testimonio y el mensaje de la Iglesia que por años cristinos/as han hecho de sus vidas una oportunidad vivir en Dios. Hoy la Pastoral Juvenil tiene el gran reto de empoderarse y empoderar a los jóvenes a que asuman una vida al estilo de Jesús de Nazaret, quien no se limito en hacer del Evangelio siempre algo nuevo, llevadero y con vocación de vida. Esa es la civilización del amor  a la que estamos llamados/as a construir  desde los jóvenes y con los jóvenes con Cristo siempre en nuestro caminar.















Bibliografías:

Carlos Candelario Veras: “Juventud, Sociedad y Liderazgo”. Hacia la formación y organización del joven. Ed. Yan Impresos. Santo Domingo.

Mons. Dr. Fausto Ramón Mejía Vallejo: “Los valores están ahí y te llaman”. Ed. Impreso Norte. San Francisco de Macorís. 2011.

Eugenio María de Hostos: “Moral Social”. Ed. Norma. Santo Domingo. 2003.

Padre Luís Rosario: “Guía para Prevención del uso de Drogas”. Ed. Pastoral Juvenil, Santo Domingo. 2007.

Pastoral Juvenil: “Navegando con Jesús”. Pascua Juvenil 2012. Santo Domingo.

Casiano Florián y Juan José Tamayo: Diccionario abreviado de pastoral”. Ed. Verbo Divina. Navarra España. 1988.

Biblia de Jerusalén. Nueva edición totalmente revisada y aumentada. Ed. Desclee de Brouwer. Bilbao, 1975.

La Iglesia en la actual transformación de América Latina a la luz del Concilio. Medellín: Conclusiones. (CELAM).

Herman Herrera y Daniel Brown. “La Guía del Emprendedor”. Ed. Ulbano, Barcelona, 2006.





[1] Objetivo de la Pastoral Juvenil: “La Pastoral Juvenil en la arquidiócesis de Santo Domingo, a través de un proceso dinámico que integra valores y expresiones culturales propias del ámbito juvenil, promueve  en la juventud la aceptación y reconocimiento mutuo como personas y como hijos e hijas de Dios con toda la humanidad, para cultivar los valores del Reino y construir la Cavilación del Amor.”
[2] En el análisis de contexto que vive el mundo de hoy, los obispos de América Latina  en el encuentro celebrado en Aparecida Brasil, hacer un llamado de atención sobre la necesidad de incorporar a Dios en la vida de las personas. Plantean que no se puede construir una sociedad al margen de Dios y de hacerlo las consecuencias serán muy negativas. La Iglesia Dominicana lo plante así, y es por eso que desde la Pastoral Juvenil queremos acompañar al joven en esa experiencia y ese conocimiento de Dios como parte importante en el plan de vida.
[3] “Guía para la Prevención del uso indebido de Drogas”. Reflexión de la pastoral Juvenil analizando el contesto que viven los jóvenes de las comunidades donde hace incidencia en su trabajo pastoral. 2007.
[4] Celedonio Jiménez, en una conferencia impartida en la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la UASD, se refirió a la realidad social que vive la Republica Dominicana, él enfatiza en las transformaciones de conducta, inversión de valores y plantea que la educación es el camino para contrarrestar los grades males que amenazan la estabilidad moral de los/as ciudadanos/as del país.
[5] En (Mt 29, 19), vemos una vinculación del bautizado con el plan salvifico de Dios.  El bautismo vincula a la persona con Jesús y por ende a su misión. Por eso, el ser cristino hoy día va más allá de una espiritualidad personal, es hacer comunidad  desde esa relación trinitaria que busca testimoniar a Dios en la persona del Padre, Hijo y Espíritu Santo que toda persona debe conocer y la Pastoral Juvenil es portadora de ese mensaje.
[6] Cuando reflexionamos el salmo 125, vemos que tan grande es Dios para con su pueblo, que en los momentos de oscuridad siempre esta la esperanza de que algo nuevo esta por pasar.  Pero siempre ese Dios espera la iniciativa del pueblo, que trabaja y que lucha para salir de la esclavitud, de las dificultades, de los problemas,  de ver en él la oportunidad de empezar una vida nueva.
[7] (Tercera Conferencia del Episcopado Latinoamericano celebrado el Pueble, México 1979, donde los obispos analizan la situación social que viven los pueblos de América Latina y decide hacer una opción preferencial por los más pobres).
[8] El concepto de emprendedurismo Pastoral lo hemos construido a partir de la nueva terminología de emprendedurismo como tal, aplicado al trabajo renovador de la Iglesia como iniciativa emprendedora de hombres y mujeres  que a través de la historia de la Iglesia han encontrados nuevas maneras de testimoniar el Evangelio en los momentos de crisis, donde la humanidad se abandona a su suerte sin que Dios participe de su vida. También hoy como ayer necesitamos de esos talentos, de esos carismas renovados que trascienden fronteras para hacer presente a Cristo siempre actualizado en las culturas de los pueblos.
[9] En el libro de Herman Herrera y Daniel Brown podemos ver como el concepto de emprendedurismo se trabaja a partir de las cualidades que poseen las personas, empleando un sello personal de las cosas que podemos realizar, es construir  caminos que nos hagan único.
[10] “Hemos percibido que, por su amplia popularidad entre los/as jóvenes, el lenguaje cibernético e informático, como metodología de comunicación, no solamente nos es útil para socializar estos contenidos formativos elaborado para la Pascua Juvenil , sino que responde mejor a la nueva cultural juvenil emergente, que tiene como artista principal el maravilloso mundo de la Internet y las redes sociales”. (Folleto de Pascua Juvenil 2012, Navegando con Jesús).  Este material que nos presenta la Pastoral Juvenil es un aporte más de la iglesia dominicana al trabajo de los jóvenes y ve en los medios de comunicación una oportunidad para acompañar y evangelizar a la juventud e una sociedad que esta en necesidad de cambios y de testimonio evangélico.  
[11] El concepto de liderazgo que desarrollamos aquí esta muy relacionado con el trabajo compartido en que cada persona contribuye a lograr los objetivos propuestos sin que quede derogado lo característico personal de los miembros. 
[12] Tenemos que ver el liderazgo como una necesidad de renovación continua de las estrategias y del trabajo ante una sociedad perneada por grandes cambios culturales, sociales y económicos, que necesita ser abordada con otros ojos, una nueva visión transformadora que responda a las exigencias de las gentes y sobre todo que la juventud forme parte para ese transformación como protagonista del proceso. 
[13] En el libros: Juventud, Sociedad y Liderazgo”,  escrito por Carlos Candelario Veras, nos plantea un modelo de liderazgo donde el joven asume un mayor compromiso en la construcción de es nueva  sociedad que todos/as anhelamos, que muchas veces la vemos lejos de nuestro horizonte, pero que en gran medida depende del esfuerzo que podamos realizar desde un trabajo del presente que garantice un futuro mejor.
[14] Los criterios los definimos como esa norma, esa regla que nos permiten orientar nuestro trabajo, nuestras acciones hacia un sentido profundo de nuestro ser cristiano, siendo coherente con el discurso que se convierte en acciones transformadoras y que nos da la identidad a partir de lo que hacemos.
[15] Cuando nos referimos al emprendedurismo en el trabajo pastoral, lo vemos desde esa oportunidad que tiene la Iglesia ante esos desafíos que nos presentan los jóvenes.  Vemos a los jóvenes y su realidad como tierra fértil que se puede sembrar y cosechar algo nuevo, diferente y renovador. Aquí la Iglesia se renueva, se revitaliza y da testimonio de ese Dios que camina y se hace presente en la transformación de la vida de cada uno/a cuando nos dejamos guiar por él.
[16] Cuando reflexionamos el devenir histórico de la Iglesia, vemos que tan grande ha sido Dios para la humanidad. En cada uno de los momentos de crisis, de dificultad, de confusión, donde los pueblos y las gentes pueden el horizonte hacia donde caminar, siempre han aparecido hombres y mujeres de fe, que han sido testigo del compromiso asumido de Dios con su pueblo. Son innumerables los testimonios de tantos hombres y mujeres de fe que en la historia de a Iglesia han dejado sus huellas como testimonio de vida para imitar, por eso lo reconocemos ejemplo de emprendedurismo pastoral.
[17] Cuando hacemos una relectura del libro del génesis haciendo referencia de la experiencia que vivió Abrahán y su esposa Sara, vemos que para Dios no hay nada imposible y  para lo que hombre y la mujer es imposible, para él  será lo contrario. Dios vive en constante emprendimiento como fuente inagotable con posibilidad siempre de vida y que los cristianos debemos reconocer y hacer del trabajo pastoral, ver realizar constantemente la promesa que Dios prometió a Abrahán.  
[18](Mensaje de S. S. Juan Pablo II para la XXIV Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales. 27/V/90.)
[19] Navegando con Jesús, es un folleto que preparo la Pastoral Juvenil como material de apoyo para la preparación de la pascua juvenil 2012, haciendo referencia sobre la importancia del Internet como herramienta de evangelización para los/as jóvenes de hoy.
[20] En la segunda Conferencia del Episcopado Latinoamericano que se celebro en Medellín Colombia 1968, vemos en la reflexión de los obispos una espacial atención en la metodología en el trabajo pastoral, tomando en cuenta el contexto que viven los pueblos y desde ahí poder inculturizar el evangelio. 
[21] Cuando caminamos tras las huellas de Jesús vemos que tan grande es el compromiso de los cristianos y más cuando se asume un rol pastoral. Jesús hijo de su tiempo, con dificultades,  pero identificado con esa realidad que impactó a partir de su trabajo misionera. Jesús no solamente era un hombre de palabra, también de acciones  concretas y necesarias para una sociedad que se resistía a los cambios. (Mt. 18, 11 y 28, 17-20).

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